martes, 23 de diciembre de 2008

Nuevo trabajo

En realidad ya queda poco de nuevo, porque empecé hace cosa de un mes, pero bueno.
Estoy programando de nuevo, esta vez en Java, contratado por una empresa contratada por Deutsche Bank. No lo escribo así por nada, sino para tirar una pullita a esta forma moderna de hacer las cosas. Parece que las empresas ya no se molestan en poner anuncios con ofertas de trabajo, sino que en lugar de eso contratan a alguien, en mi caso, General Software, para que le busque gente de vez en cuando. A pesar de eso, siguen teniendo su propio departamento de recursos humanos, así que me pregunto ¿Por qué hacen esto?
Desde luego por el trabajador es difícil que lo hagan, porque el dinero que pagan a General mientras yo estoy trabajando allí (no es un pago por el servicio de encontrarles a alguien, porque entonces el contrato lo tendría con Deutsche, sino por trabajar allí, así que es mes a mes) podríamos repartírnoslo entre Deutsche y yo, y más felices ambos.
Quizá sea por el tiempo de prueba. Aparte de que son tres meses (y eso que cuando me fui, solían ser dos, será la crisis), como el contrato lo tengo con General, Deutsche puede decidir el cualquier momento que no le hago falta y devolverme a General. Claro, General contrata por obra, así que en ese momento General puede mandarme a la calle sin pestañear.
Sigo pensando que Deutsche podría hacerme el contrato por obra y ambos nos quitamos al intermediario, pero bueno.
La cosa sería distinta si General fuera una consultora informática de verdad. Una empresa a la que le dices: "Necesito que me hagáis una aplicación que haga...", y que General entonces lo pusiera en manos de sus analistas y respondiera "Pues va a llevar tanto tiempo, va a necesitar a tantas personas y va a costar tanto"
En fin, cuestiones legales aparte, el día a día es programar, entre programadores. En situaciones así te das cuenta de lo agradable que estar con gente que sabe de qué estás hablando. Es, en cierto modo, gente "como tú". A veces lo notas en tonterías, como que el compañero de al lado empieza a quejarse al código porque no funciona. No ha sido un error. Se queja "al" código, no "del" código, porque le habla a él. Horas después le ves dando una palmada o sonriendo y haciendo un gesto de victoria para sí mismo, y te das cuenta de que la mayoría de la gente pensaría que está loco, mientras que en este ambiente nadie levanta una ceja por eso.
Quizá estéis pensando que eso significa que todos los informáticos están locos, pero no creo que sea tan distinto de otros trabajos, cuando solucionas una situación especialmente complicada y sonríes, compartiendo esa pequeña victoria con tus compañeros. La diferencia quizá es que aquí el resultado no se ve. Puedes estar todo el día mirando el trabajo de un programador y sólo entenderás lo que hace si te lo explica o te lo demuestra, pero la mayor parte del tiempo sólo le verás escribir con paréntesis, corchetes, llaves, algunas palabras en inglés, algunas en español (o en el idioma que sea) y nada más.
Estoy buscando otras metáforas, como pintura o escultura, pero no las encuentro. Nosotros también "creamos" cosas, usando herramientas, a partir de código de otros, modificándolo, completándolo o inspirándonos en él, para crear algo, una herramienta, con la que otras personas puedan hacer algo. Sé que hay muchos "algo" ahí, pero es que puede ser una aplicación web, una base de datos para organizar información, una agenda, un procesador de textos, un juego...
En cualquier caso, sigo trabajando, sigo estudiando, sigo cambiando...
Y tengo la suerte de que me gusta mi trabajo.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Buenos propósitos

Retomando lo de los "sí, pero", para los que no supierais si me iba a ir a Japón a ser profesor de español o me iba a quedar en España a seguir currando de programador... Me quedo. Finalmente decidí que no iba a ir a la entrevista. Quizá sea la única oportunidad que vaya a tener para establecerme en Japón, pero este año ya llevo demasiados "sí, pero". Si me voy a vivir a Japón, será en mis condiciones o sólo iré de vacaciones.
Este va a ser el propósito de año nuevo, aunque aún esté adelantado unas semanas: No más "sí, pero".

lunes, 8 de diciembre de 2008

Amar por amar

Cartas en el océano - amar por amar
Amar sin reservas y sin miedo es complicado. Todos nos ilusionamos. Todos pensamos "esta vez sí". Todos nos equivocamos.

Y cada vez que nos equivocamos pesa un poco más. Cada vez que pensamos "esta vez sí" es más fuerte la voz que dice, irónica "no es la primera vez que oigo eso". La ilusión lleva consigo el miedo. El miedo a estar equivocado. A haber confundido atracción con amor, amistad con amor, echar de menos a alguien con amarle... Y llegas a pensar que las ilusiones sólo valen para que sientas que pierdas algo que ni siquiera has llegado a tener.

Así que das pasos cada vez más pequeños. Cada vez te aseguras más. Y, como dijo alguien, el que no deje nada al azar hará pocas cosas mal, pero hará muy pocas cosas. Igual nosotros avanzamos cada vez más lentamente, cada vez con más cuidado para no dañar de nuevo nuestro corazón con los sentimientos de pérdida. Para evitar darle más fuerza a ese demonio que dice “no es la primera vez que oigo eso”, que te susurra cada vez que echas de menos el abrazar a alguien por la noche, el sentir vuestras manos juntas, vuestros labios tocándose, vuestro aliento acariciándose durante el sueño...
Y ese demonio siempre está ahí, esperando en los rincones oscuros de la habitación, preparado para susurrarte cuando estás sólo y sólo tú puedes oírle. Preparado para convencerte de la inutilidad de creer en el amor, en que algún día conocerás a alguien, en que un día dirás “esta vez sí” y será verdad.
Intenta que decidas que la última vez que pensaste “esta vez sí” no está en el futuro, sino en el pasado. Intenta que pienses “ya no me engañan más”, y des por hecho que cualquiera que muestre atracción hacia ti sólo intenta engañarte.

Amar por amar...
Todos amamos por algo.
Por ejemplo, para sentir amor a cambio.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Sí, pero...

Parece que últimamente ha habido varias situaciones de "sí, pero" en mi vida.
- Mi exnovia, que después de cuatro años me conocía, y "sí, pero..." ...no.
- La beca del ICEX, buscada para Tokyo, y "sí, pero..." ...en Seúl
- Una chica con la que todo parecía ir bien y "sí, pero..." ...pasa de mí
- Volver a España, que parecía que a pesar de la crisis la informática se seguía moviendo y "sí, pero..." ...más lento que las últimas veces (un mes para encontrar trabajo)
- Una oportunidad de trabajar en Japón y "sí, pero..." fuera de la informática (en la educación) y cuando ya tengo trabajo.

Y es de esta de la que quiero hablar hoy:
Parece que es una buena oportunidad, contrato de tres años (con posibilidad de continuarlo), con más sueldo que en mi trabajo actual, con retenciones menores (los impuestos en Japón son menores y hay acuerdos con España para evitar la doble imposición), trabajando en Japón, que ya sabéis que me gusta el país...
Pero está fuera del campo al que he dedicado mis años de formación, y no es que me haya equivocado. Me gusta programar, me gusta el desarrollo de software. Y es un campo en el que la experiencia pesa mucho sobre el tipo de trabajo que haces (más interesante cuanta más experiencia), las responsabilidades, la visión global de los proyectos y, por supuesto, la pasta.

Y así, aquí estoy de nuevo. Al lado de otro "sí, pero". En los demás decidí con la cabeza y con el corazón, con ambos. Tuve mis dudas en casi todos esos "sí, pero" igual que las tengo ahora, preguntándome si ir o no.
Si voy, cambio mi formación por tres años en Japón, cambio el camino de mi futuro profesional, de informática, a enseñanza.
Si me quedo, quizá esté dejando de lado la única oportunidad real de vivir en Japón, porque, con mucha probabilidad, después de tres años allí, querría seguir allí. Quién sabe si no estaría ya casado incluso.

Mi mejor amiga me dijo que hiciera lo que me dijera el corazón. Mi mejor amigo probablemente diría que escuchara mi instinto. Mi padre, que lo pensara bien.
- Mi corazón me dice que sería emocionante estar en Japón, pero también tiene miedo de equivocarse de nuevo, como se equivocó en los otros "sí, pero".
- Mi instinto me dice que sea cauteloso, y que no siga saltando pensando que todos los prados son más verdes salvo en el que estoy, pero también que puedo enseñar español y que puedo vivir a gusto en Japón.
- Mi mente me dice que aquí tengo un trabajo cogido, de lo mío, aunque la estabilidad sea la que puede permitirse quien me contrate, en este caso Deutsche Bank (no la estabilidad del banco, que él va a seguir, sino la que el banco quiera darme) y también me dice que aquí hay crisis, que el yen está más fuerte que antes con respecto al euro, y que el contrato me asegura estabilidad de tres años como mínimo.
Así que tengo mis tres elementos de decisión diciéndome que "puede que sí, puede que no"

¿Qué pasará finalmente? ¿Apostaré por viajar de nuevo a Japón, esta vez con vistas a quedarme? ¿Apostaré a mi formación y trataré de conseguir los medios para ir como informático (esto es, inglés y japonés)?

viernes, 28 de noviembre de 2008

El destino

La existencia del destino puede ser un consuelo o una cuestión mortificante, según qué persona lo vea y cómo.
A algunos puede molestarles la idea de que no son dueños de sus propias decisiones, de que otros ya han elegido por ellos y que, por tanto, su voluntad no es más que una ilusión.
A otros, sin embargo, les puede consolar el pensar que sus fallos, sus malas decisiones, las apuestas que hacen y no salen bien... que esos problemas, al estar la causa en el destino, y no en ellos, no son realmente fallos "suyos", sino que son algo que ya estaba decidido que ocurriera, quisieran ellos o no.
Pero, y si realmente no estuviera "decidido" en el sentido de "acción voluntaria" sino "determinado", tan determinado como la existencia de la fuerza de la gravedad, las dimensiones (distancia, tiempo, masa, etc) y las demás cosas que hacen que los cuerpos caigan hacia abajo (en realidad no es "abajo" porque no existe un "abajo" más que en referencia al cuerpo hacia el que cae...), que el fuego emita calor, que el agua moje... Si estuviera determinado lo que hacemos por una serie de variables y de fórmulas, ¿qué podríamos pensar?

¿Estarían felices los partidarios de la voluntad? Seguirían sin estar controlando sus acciones. Seguirían estando determinadas, aunque al menos no sería la voluntad de otro, sino un conjunto de leyes como las de la física. Tan inmóviles, tan indiferentes. Sería más desesperante si cabe, porque incluso las más pequeñas acciones, las decisiones más carentes de importancia, también estarían determinadas igualmente, de forma que nada, absolutamente nada, dependería realmente de su voluntad. No caminarían por una ancha senda en la que, aunque no puedan elegir el final, sí pueden elegir si van por la derecha o por la izquierda, sino que se verían constreñidos sin ningún espacio para decidir.

¿Y los que se consuelan? Seguirían sin cometer "sus" errores, pero éstos ya no serían parte de un plan. No habría un objetivo último, ni una promesa de "todo mejorará", "dios te premiará por tus sufrimientos", "te será compensado"... No hay una voluntad, no hay un objetivo. Sólo hay una serie de leyes que no pueden saltarse. Hay un motivo por el que sufren, hay una causa, pero no un objetivo. Cuando se preguntaran "¿por qué me pasa esto?", la respuesta sería algo como "Por la unión de una serie de "fuerzas" numerosas, independientes, que la ciencia aún no ha podido medir y, en su mayoría, ni siquiera identificar; esas causas se han relacionado a través de ecuaciones que tampoco se conocen (aún), y el resultado final es que a ti te ha pasado esto."
Pero claro, esto no es lo que realmente preguntaba esta pobre persona. No quería saber la causa, así que dice "Me refiero a ¿para qué? ¿qué debe conseguirse que necesite que yo lo pase mal por esto?" Y entonces la respuesta sería "Para nada." Punto. No hay objetivo. No hay "para qué". Es como preguntarse "¿para qué las cosas caen hacia abajo?"

Un dado. Eso es completamente aleatorio, y si hay aleatoriedad, entonces hay posibilidades de decisión, de romper esa definición. Sin embargo, el resultado de tirar un dado depende de la posición inicial del dado, de cómo se tire, de la distribución de masa en el dado, de la humedad, la temperatura, la presión, de la superficie donde se lance... Y ni siquiera está al alcance de nuestra mente calcular cómo afectan esos factores al resultado, ni podemos asegurar que, por muchas variables que encontremos, las hayamos encontrado todas. ¿Cuántas cosas se nos escapan? Así que no, no hay dado. No hay aleatoriedad. No está esa salvación.

¿Y la voluntad? ¿Y los sentimientos? Ambas pueden estar dependiendo de nuestra configuración genética, los hechos que han ocurrido en nuestra vida hasta el momento de tomar una decisión, el tipo de personas que hemos conocido, nuestra relación con ellas, nuestro estado anímico, la educación recibida, el resultado de "decisiones" pasadas... Algunas de las cosas que he nombrado son variables (en sentido matemático), como los genes; en cuanto que están establecidos. Otras son el resultado de otra serie de causas, pudiendo algunas remontarse tan lejos como podamos imaginar, como la educación recibida. Esa educación depende de quienes nos la han dado, que, entre otras cosas, dependen de la que recibieron a su vez, y así podemos remontarnos hacia atrás hasta el inicio, que a su vez fue producto de una evolución, que a su vez...

Y son cadenas de causas y efectos tan largas, tan complejas, que nuestra mente se ve incapaz de absorberlas. Y entonces podemos hacernos otra pregunta:
¿Realmente importa?
No podemos calcular esos resultados, no podemos entender porqué tomamos las decisiones que tomamos. ¿Y qué? Eso no evita que suframos por nuestros errores y disfrutemos con nuestros triunfos. El no entender el porqué no nos impide vivir las consecuencias. Puede que prefieras creer en el destino por cierto nivel de incapacidad de aceptar tus propios errores y tu propia responsabilidad en ellos. Puede que prefieras no creer en esta determinación como una forma de creer en tu propia voluntad, como signo de tu independencia y fortaleza con respecto a los demás. Puede que tengas razones para no creer que hay razones para que pienses así, que escapan a nuestra comprensión. Pero, aunque el mundo sea una ilusión, esa ilusión tiene suficiente fuerza para afectarnos, y eso significa que, sean nuestras propias decisiones o no, vivir sigue siendo interesante. Tener la ilusión de decidir sigue siendo interesante. Un libro ya está escrito, pero sus personajes viven la ilusión de que no es así. Y por eso su historia es maravillosa, porque aunque todo ya esté determinado, los protagonistas no lo saben.

Dónde estoy y qué hago puede que este determinado. Pero eso no significa que carezca de importancia.
Y lo mismo ocurre en vuestro caso.

lunes, 24 de noviembre de 2008

El olvido

Se me ocurrió pensar que a veces las heridas en las emociones se parecen a las físicas. No por la gravedad ni la obviedad, por supuesto, sino por el entumecimiento, el dolor que se va pasando, la incapacidad...

Igual que después de darse un martillazo por descuido mientras clavas una alcayata en la pared, sientes el dolor pero también sientes que no responde. En ese momento podrías no tener dedo, o tenerlo roto, porque en lugar de la sensación del dedo al final de la mano, si cierras los ojos, sólo notas el dolor en esa zona. Luego te vendas, te escayolan o lo que haga falta, y estás sin usar esa mano unos días, mientras se te pasa. Poco a poco se te cura, te vas olvidando, te quitas las vendas porque "ya casi está". De vez en cuando se cae algo sobre tu mano, o tienes que hacer más fuerza de la que esperabas al coger una bandeja o un paquete, y el dolor te advierte que aún no está curado del todo. Volverás a usar esa mano sin ningún problema, aunque al principio te notes más torpe. Quizá te duela cuando llueva. Quizá olvides del todo aquel golpe.

¿Y con las emociones? Te llevas un golpe, intentas aguantarlo porque no hay más que puedas hacer. Pasas el tiempo mientras tratas de no pensar demasiado en ello, no darle demasiadas vueltas, y dejar que se vaya olvidando. Y un día te da la impresión de que has olvidado cómo hacer algo por haber estado dejándolo de lado. La candidez y la confianza en personas, en situaciones, la esperanza y el deseo de sentir emociones con pureza, sin plantearte si puedes dejarte llevar o no. Sin llamarte la atención a ti mismo y decir "Cuidado, quieto y despacio" Sin la capacidad de no pensar esas cosas, como años atrás, cuando parecías pensar que todo era fácil y bonito, que todo salía bien.

"Cuidado. No te confíes. No te dejes llevar."
"Otra vez no."
Y acabar respondiendo "Tranquilo, ya no puedo."

miércoles, 12 de noviembre de 2008

El valor de las ilusiones

A veces he tenido la impresión de que las ilusiones sólo valen para sentir que pierdes algo que ni siquiera tenías. ¿Cuántas veces sentimos ilusión por algo y cuántas veces se cumple esa ilusión? ¿Cuántas veces tenemos que fallar antes de acertar?

Y a pesar de todo, la vida sin ilusiones carece de sentido. Sin una ilusión, cualquier lugar parece bueno, cualquiera parece tener lo mismo que ofrecer: la posibilidad de cambio.
Y parece que el lugar es lo que tiene asociada esa posibilidad de cambio, aunque en realidad lo que nos falta no sea algo que esté en la tierra, sino algo que crece en nosotros mismos, algo que nos hace proyectarnos hacia el exterior.
El deseo de trascendencia creo que es más común de lo que puede parecer. Si no me equivoco, era Unamuno quien dijo “Si no hay vida tras la muerte, entonces ningún esfuerzo tiene sentido” El deseo de que las propias acciones tengan un resultado en los demás, cambiar el mundo, cambiar a la gente... quizá es más necesario para las personas de lo que parece. Quizá ahora que los periódicos y los telediarios están llenos de jóvenes que conducen bebidos y se matan, de chavales que mueren a navajazos por discusión y alcohol en una discoteca, de estadísticas sobre consumo de alcohol y drogas... Tantos jóvenes que parece que no tienen más ilusión que salir, beber y distraer sus horas, parece que no tienen ese deseo de expansión.

[En cuanto a las estadísticas de alcohol y drogas, hace poco salió que la edad media de inicio al alcohol eran los 17, aunque mucho me parece, y a la cocaína los 21. Y que aunque ya no se bebe tanto alcohol, en comparación con el resto de Europa, España sigue siendo de los países en los que más coca se consume]

¿Y si no fuera así?
Hace poco releí Siddharta, de Herman Hesse. En uno de los capítulos, cerca del principio, Siddharta, un príncipe entre los brahmanes, se va con unos anacoretas que ayunan y mortifican el cuerpo, acompañado de su amigo Govinda. Pues bien, tras estar un tiempo con ellos y aprender sus modos, habla con Govinda y le dice:
- Lo que hemos aprendido aquí, podríamos haberlo aprendido antes en las tabernas, rodeados de arrieros y prostitutas -
Govinda lo niega, obviamente los modos de los anacoretas y de los arrieros son distintos, pero Siddharta quiere centrarse en el objetivo: el olvidarse de uno mismo. Según él, el objetivo es el mismo para ambos, olvidar el propio cuerpo, las propias preocupaciones.

Quizá sea ingenuo por mi parte y no haya nada, ni siquiera subconscientemente, que impulse ese comportamiento de salir y beber cada fin de semana (es decir, cada vez que pueden pasar el día siguiente de resaca en lugar de trabajando), pero a veces pienso que es precisamente la carencia de esperanza en esa trascendencia lo que impulsa a las personas a comportarse así.
Por supuesto, todos conocemos a los bebedores sociales, sales por ahí y te tomas una cerveza con los amigos, o varias. Quizá incluso vuelvas borracho a casa. Pero el objetivo es estar con unos amigos. No es pillarse una curda, no es “beber acompañado, que beber a solas es de alcóholicos”
¿Habéis sentido alguna vez que necesitáis encontrar el interruptor para apagar vuestro cerebro? ¿O vuestro corazón? Sólo por unas horas, descansar un poco y encenderlo de nuevo más tarde.

La desilusión puede ser horrible. Cuando parece que sólo la inercia te sigue llevando hacia delante. Cuando lo que te mantiene caminando es decirte “ya llegara de nuevo, ya habrá algo que me ilusione otra vez” a pesar de que no te lo creas mucho.

Este no es un post de desánimo, sino una reflexión para que valoremos nuestras ilusiones, y las de los demás, aunque no las compartamos, como se merecen.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Fidelidad y sometimiento

Ayer, en una de estas tertulias mañaneras (creo que era “Herrera en la Onda” o algo así), una de las personas que van ahí a hablar y que les escuchen ha dicho, hablando de Obama y su reciente victoria, que le apoya pero no va a darle su fidelidad porque nunca le ha gustado la palabra “fidelidad”, que la ve como sometimiento.

No me importa el contexto de las elecciones, sino esa identificación de fidelidad y sometimiento, y me ha dado por pensar. Puestos a informarme, porque a lo mejor mis ideas sobre ambas palabras son las que están equivocadas, he mirado en la rae http://www.rae.es la definición de ambas palabras. Por suerte para mí, significaban lo que pensaba. En particular que “someter” es una acción que se realiza sobre otra persona, mientras que la fidelidad sale de uno mismo.

Aunque en cierto modo sí puede haber algo de relación vista desde el exterior. En ambos casos parece que una persona deja a un lado algunos de sus objetivos, sueños, deseos o lo que toque, por otra persona. La diferencia es más interna, requiere mirar más de cerca y hablar con esa persona, ya que la diferencia es precisamente de quién es la voluntad que hace que se dejen a un lado esas cosas. Una persona sometida no usa su propia voluntad para alejarlas, sino que es la voluntad de quien le somete, algo externo. Una persona fiel, leal, decide por su propia voluntad, con libertad. A veces, ni siquiera tiene la aprobación de la persona a la que quiere mostrar fidelidad.

¿Qué es lo que hace que una persona ofrezca su fidelidad, su lealtad?
¿El amor? ¿La admiración? ¿La amistad? No sé hasta que punto. Quizá sea suficiente tener ilusión, esperanza o deseo depositado hacia alguno de esos sentimientos, salvo la admiración, claro. Dejo aparte la admiración porque de esas tres emociones es la que no necesita un equilibrio en la respuesta. Ni siquiera necesita una respuesta.
Quizá el ofrecer esa lealtad sea un primer paso hacia sentimientos más profundos. Una forma de decir “Valoro eso. Valoro la posibilidad de una amistad entre nosotros (u otro tipo de relación) y esta es mi forma de demostrarlo”

Quizá eso tiene más sentido de lo que parece. Quiero decir, el valor de una amistad va aumentando poco a poco, al ir haciéndose más fuerte, y cuanto más aumenta, más lealtad hay invertida.
Y más desilusión si esa lealtad se ve traicionada.

A veces me pregunto si la lealtad o la fidelidad es algo que se mantenga en el mundo real, y no sólo en las historias, las leyendas, los libros o las películas... Quiero decir, aunque no sea sometimiento, aunque venga de uno mismo, sigue siendo un lazo con otra persona, y un lazo que, aunque sea por propia voluntad, te hace dejar de lado cosas que tienen importancia para ti mismo, a pesar de que sea por la importancia que para ti tiene ese lazo. Pero a lo que voy es a que es un lazo, es algo que te ata, es dejar de lado algo que te importa. Y en el mundo de hoy en día, en el que parece que es cada vez más fácil despegarse del propio entorno, ¿qué valor positivo puede tener una atadura?

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Cosas que pasan...

O me paso semanas sin escribir o me tiro una semana escribiendo casi todos los días, me falta constancia; pero es que ayer me pasó una cosa que os tenía que contar, bueno realmente no me sucedió a mí directamente si no a uno de mis vecinos.

Ayer pasó la inspección del contador de Gas por mi edificio, llamaron a mi puerta, les abrí y tomaron lectura del contador; una hora después volvieron a llamar a la puerta, una vez al timbre y varias veces con los nudillos, como yo estaba hablando por teléfono cuando fui a abrir ya se habían ido. Hasta aquí todo normal.

Sobre las siete y media aproximadamente llaman a la puerta dos policías y me entero de que seis más están recorriendo el edificio en busca de un ladrón, que puede estar metido en una de las casas. Según parece un hombre estaba llamando a las puertas buscando una persona mayor, para en un descuido de esta colarse a robarle; pero la cosa no acaba aquí ya que mi vecina no abría la puerta de casa, a la llamada insistente de la policía, que sospechaba que allí podría cobijarse el ladrón, de película, los vecinos intentando localizar a la familia, la policía pidiendo una orden para entrar por teléfono. Al final la nieta apareció, abrió la puerta, la policía entró y se encontraron a la pobre mujer asustada por no saber que pasaba, pero sin rastro del ladrón que ni siquiera había entrado en la casa. Todo se quedó en un susto y al ladrón no pudieron encontrarlo, ya que huyó antes de que llegaran los coches patrulla.

Así que ya sabéis, por si no lo sabías a estas alturas, tened cuidado cuando abráis la puerta y avisad y cuidad a vuestros mayores ya que son las victimas potenciales de esta gentuza.

Un saludo y cuidaos todos.

martes, 4 de noviembre de 2008

Aseguradoras vs ciudadanos

Hoy os escribo por que me ha llegado un correo de un amigo que es bastante curiosa, en cuanto a la práctica de las aseguradoras respecto a los seguros; espero que os instruya como ha hecho conmigo; os lo transcribo:

Recientemente he adquirido una hipoteca joven con CajaMadrid, y como suele ser habitual, lleva asociado el adquirir un seguro de hogar y otro de vida; Como en mi caso somos dos personas las que adquirimos la vivienda, hemos solicitado dos seguros de vida con Mapfre; Mi pareja salió ya del banco con su seguro de vida aceptado, pero el mio quedó en estudio por tener una minusvalía; Bien, ayer día 3 recibí una carta de Mapfre en la que rechazan el alta por tener dicha minusvalía (es del 65%)

¿es eso legal? ¿se puede hacer algo?

Comentar que el banco me ha comunicado que el rechazo no va a influir de ningún modo en la hipoteca y que el único requisito es solicitar dicho seguro, si la empresa lo rechaza es otro tema.

Yo por mi parte no pienso contratar nunca nada con dicha compañía, y espero que todo el que me lea tome nota de ello

miércoles, 29 de octubre de 2008

El amor y el odio

Lo que tantas veces se había dicho, que del amor al odio hay un paso, que son parecidos, etc, ahora la ciencia parece que lo confirma. Al menos, hasta donde puede llegar la ciencia. Simplemente buscando "amor odio cerebro" se pueden encontrar varios enlaces en google, aquí hay uno.

¿Por qué hasta donde puede llegar la ciencia? Bueno, lo que quiero decir es que los experimentos a los que se refiere ese descubrimiento se basan en analizar qué zonas del cerebro se activan cuando se ven imágenes de personas a las que se odia y personas a las que se quiere.

Al parecer, la idea del estudio salió de una pregunta que se hacía el profesor Semir Zaki, director del estudio. "Porque al igual que el amor, el odio a menudo parece ser irracional y puede conducir al individuo a conductas heroicas o malvadas. ¿Cómo es posible que dos sentimientos tan opuestos conduzcan al mismo comportamiento?"

A los sujetos del experimento se les hicieron escáneres cerebrales mientras miraban fotos de personas por las que reconocían sentir un profundo odio y otras de personas neutrales (para establecer un punto de referencia) Al contrastar los resultados con otros de estudios anteriores sobre el amor romántico se vieron las semejanzas, en cuanto a actividad cerebral, de ambas emociones. El "circuito del odio" (las zonas que se activan) incluye, entre otras, zonas que también se activan cuando se genera una conducta agresiva, y otras que, se cree, son importantes en la predicción de las acciones de los demás.

¿Amar es odiar, entonces? No, claro. Aparte de las consideraciones a nivel psicológico, esos escáneres mostraron una diferencia clara entre ambas emociones. El odio desactiva una pequeña zona de la asociada en el cerebro con el juicio y el razonamiento. El amor desactiva una zona mucho mayor. Es posible que esto sea porque en el amor romántico el amante pocas veces es crítico, mientras que en el odio se usa el criterio para hacer daño a la persona odiada.

Me maravillan los estudios que se llevan a cabo hoy en día. Algunas personas pueden querer quitarles importancia diciendo que son cosas "de sentido común", que "se sabe desde siempre", pero en mi opinión, no "se sabe", "se cree", hasta que hay pruebas como las que traen estudios así.

martes, 21 de octubre de 2008

Los minutos antes de dormir

Estaba pensando en porqué parece tan común que el momento en el que llegan las preocupaciones es cuando nos acostamos a dormir, que debería ser el momento más relajado. Y se me ha ocurrido algo. No es original, seguro que ya lo habéis pensado todos, pero me apetece ponerlo.
A nadie le gusta sentirse preocupado ni frustrado, así que día a día usamos la actividad, en ocasiones, para concentrarnos en otra cosa y evitar esos pensamientos. Nos concentramos en el trabajo, en conducir de un lado a otro, en leer un libro en el metro, o el periódico del que se sienta al lado o enfrente. En qué vamos a hacer para la comida, en recoger a los niños en el colegio, en los exámenes…

Durante todo el día nos salvamos de esos pensamientos, y si llegan en algún momento de actividad los podemos atajar con nuestra propia mente consciente. Pero conforme pasa el día, cada vez está más cansada. Llegamos a casa, nos sentamos en el sofá y ponemos la tele, para que ella nos distraiga. Para seguir tratando de ignorar esos problemas. Otros beben. Algunos se emborrachan hasta que nada puede circular por su mente consciente, y ninguna de esas preocupaciones puede afectarles. Algunos juegan. Otros mezclan alcohol, drogas, sexo, todo tipo de estímulos sensoriales para cargar su mente y hacerla incapaz de reaccionar.

Pero si aún tiene capacidad para escuchar, si estás sobrio, si no estás mortalmente agotado, tardas unos minutos en dormirte, una vez tumbado. Y el cansancio de la mente que evitaba los pensamientos duros, los remordimientos, la culpa, la frustración, la preocupación… Esa parte de la mente está cansada, y acaba de bajar la guardia. Como si se bajara la compuerta de una presa, los pensamientos que hemos apartado el resto del día sobrepasan una barrera debilitada, afectándonos, a veces duramente.
Pueden cambiarnos el humor, puede afectar a nuestro comportamiento incluso en las últimas horas del día, entristeciéndonos, enfureciéndonos, deprimiéndonos… Y eso afectar a nuestras acciones. Y eso afectar a nuestras relaciones. ¿Cuántas veces hemos podido discutir por estar cansados e irascibles? ¿Cuántas de esas discusiones podríamos haber evitado?

Me pregunto si habrá algún modo de aceptar esas preocupaciones sin que nos arrastren, aceptarlas para que no nos arrasen al llegar la noche. Asumo que no tenemos la solución, o ya las habríamos solucionado, así que habrá que buscar algún modo de vivir con ellas.
¿Cómo lidiáis vosotros con esos pensamientos?

sábado, 18 de octubre de 2008

Silencio e indiferencia

Hace poco me decía mi amigo Ángel que la indiferencia dolía más que el odio. No estoy seguro de que duela más, pero sí creo que es más difícil de soportar. En particular nos referíamos a sufrir el odio de alguien o sufrir su indiferencia.

Creo que el odio es más fácil de soportar porque es más claro, más definitivo. Sólo tienes que reunir el tiempo para aceptar que alguien en particular te odia, que no quiere nada bueno para ti, y de ese modo blindarte un poco más. También puede causar daño, por supuesto. Si se descompensa demasiado la gente que te muestra sus malos sentimientos comparada con la que te muestra consideración, con la que te ofrece amistad... Poco a poco acabas endureciéndote tanto que te haces incapaz de esperar otra cosa que no sean esos malos sentimientos, que no sea el fracaso al intentar hacer una nueva amistad, al intentar hablar a una nueva persona. Y no esperar algo distinto que eso apaga tus esperanzas, apaga tu espíritu. Apaga los motivos que tienes para querer mejorar porque ves que nada va a cambiar, te esfuerces cuanto te esfuerces.
Pueden decir tanto como quieran que el mejorar es una meta personal, que se hace por uno mismo, no por los demás, pero el hombre al final es un animal social. Precisamente uno de los primeros mecanismos que se usan en la educación es ese: la desaprobación. Los niños al principio lo exploran todo, exploran hasta dónde pueden llegar, hasta donde pueden, digamos, comportarse mal, antes de que aparezcan las consecuencias. Es algo tan natural como comprobar dónde está el borde de un abismo, para saber hasta dónde puedes andar y a partir de dónde no puedes.
Y, por supuesto, la hermana de la desaprobación es la aprobación. ¿Cómo se notan? A través de las miradas, del tono de voz, de las muestras de afecto, de cariño. Si no fuéramos seres sociales por naturaleza no podríamos educarnos así, sólo quedaría la respuesta de dolor y recompensa físicas, como se hace con los animales (y no con todos, los perros por ejemplo también sufren la influencia de la aprobación/desaprobación de sus amos)
Así que somos animales sociales, por lo que no puedo menos que pensar que mejorar uno mismo no es sólo una cuestión de valor personal. En parte sí, en parte es una búsqueda de un reconocimiento, de sentir que los demás valoran lo que has conseguido avanzar. En el trabajo lo podemos ver en sueldos, ascensos, felicitaciones... En el ejército y la policía con condecoraciones, medallas, ceremonias... En las artes lo vemos en festivales, premios, resultados de taquilla, de venta de libros... En el día a día lo vemos en los amigos, lo vemos en la gente que nos aprecia y en la que no.

Volviendo al tema del odio, el odio es una pared, es el borde del precipicio, es el límite que te permite saber que no puedes ir más allá, y que te ayuda a definir un poco el mundo. Aceptas el límite, y sigues avanzando por donde puedas.
¿Y la indiferencia? ¿Y si una persona ni siquiera te habla? No la ves, intentas comunicarte con ella pero rechaza todos tus intentos sin una palabra. Estamos en la era de las comunicaciones, pero también en la de las ciudades. Podemos conocer gente que vive a sólo unos barrios, pero que nunca encontraremos por la calle por casualidad. Tenemos teléfonos, tenemos email, tenemos mensajería instantánea (vamos, el chat)... Pero las llamadas se pueden cortar sin siquiera responderlas, los email y los sms pueden borrarse sin necesidad de ser leídos, se puede bloquear a un usuario cualquiera en el chat e impedirle que te hable. Sólo un dedo basta para ello.
¿Y cuáles son los efectos? Quizá puede pensarse que en realidad no te está limitando, que no es el borde de ningún abismo, que no es ninguna pared... Pero tampoco es una continuación del camino. Es una barrera que no ves, pero no puedes atravesar. Es una barrera que ni siquiera sabes si realmente lo es, sólo sabes que quieres ir más allá y que hasta ahora no has encontrado el punto por donde puedes pasar... así que sigues intentándolo. Sigues pensando en ello. No puedes usar el tiempo para aceptar que no puedes pasar porque ni siquiera estás seguro de que realmente no puedas pasar. Es un lugar lleno de "¿Y si...?" Es un lugar oscuro, sin luz, sin sonido, sin tacto ni olor ni sabor. Es nada.

Recuerdo que un compañero de trabajo, psicólogo, me contó que se habían hecho experimentos de privación sensorial. El privar a la mente, dentro de lo posible, de la información de sus sentidos físicos acaba provocando alucinaciones en las personas. El ser humano necesita psíquicamente esos estímulos. ¿Cómo puede ser de inofensiva la privación sensorial, sabiendo que está considerada tortura?
Varias personas que conozco, algunos que fueron soldados profesionales, otros que simplemente hicieron el servicio militar cuando era obligatorio, me han contado que las guardias era la peor parte. Sólo un par de horas de pie, sin nada que hacer más que mirar en la misma dirección, hace que empieces a pensar y a darle vueltas a todo. Las preocupaciones más pequeñas ruedan y ruedan, creciendo tanto que los tiempos de guardia se limitan precisamente para que los propios soldados no se desequilibren. A veces la mayor ventaja de un ser es también una desventaja, así parece ser la inteligencia en el ser humano. Dale algo que hacer, dale un objetivo, y creará ciudades, vehículos, formas de vivir con más comodidad y con más facilidad, formas de vivir más sano durante más tiempo. Déjale sin nada que hacer... y conseguirás que enloquezca.

Por supuesto que la indiferencia no es tan grave como la privación sensorial, sólo quería poner un ejemplo de que la incertidumbre, el no saber, puede ser tan grave o más como el conocer el peligro, el conocer los límites. La incertidumbre te hace seguir preguntándote, te detiene alrededor de ese camino que parece que no puedes cruzar.

Te deja en el vacío, en la oscuridad, en el silencio. Te deja en la nada.
Esperando a que la locura venga a buscarte o decidas alejarte tú mismo y romper tú mismo tus ilusiones. Arrojarlas y dejar que se sequen, que se marchiten, que se pudran en el pasado.

jueves, 16 de octubre de 2008

Entrevista a Christian Ruiz



Christian es un amigo peruano que me presentó Nane en Seúl. Lleva ya seis años allí, está casado con una mujer coreana, y me pareció que sería interesante que contara algo de su vida.


Si vais a Seúl, su comercio está cerca del centro comercial Megabox, desde Sinchon Station (no Sinchon Rotary) hacia Ewha, en una de las primeras calles laterales.

Quería subir el video directamente, pero la entrevista se alargó un poco así que os dejo un link de megaupload mientras busco una forma de disminuir el espacio, aunque sea a base de cortes.

martes, 14 de octubre de 2008

¡Cómo pasa el tiempo! ¿Quince meses ya?

Pues en realidad no. Finalmente sólo han sido dos semanas las que he tardado en ver que teno más motivos para estar en Madrid que en Seúl. Motivos personales, motivos profesionales... No voy a discutir los personales, pero creo que sí debo hablar de los profesionales para no asustar innecesariamente a futuros aspirantes a becarios ICEX.
En Seúl la dotación de este año es jugosa, 34000€ anuales, y los precios no son muy diferentes de los de Madrid, sino que las diferencias son para ventaja de los seulitas. Además, coincide que el won ha estado devaluándose, con lo que los mismos euros rentan más.
Para aumentar la ventaja económica, los primeros tres meses el ICEX paga el alojamiento con una familia coreana y, tanto en mi caso como en el de los demás compañeros con los que llegué, son muy hospitalarios, muy amables y muy atentos.
Todos, periodista, inversiones, comercio exterior, tecnológico e informático, todos tenemos un curso intensivo de coreano de tres meses. Cuatro horas diarias de clase en la universidad Yonsei, una de las más importantes de Seúl (su lema es "The First and the Best", toda una declaración de principios) ¿Qué implica recibir clase en una universidad? Que te lo curras más porque no te comparas sólo con tus compañeros becarios sino con el resto de los alumnos, que haces migas con el resto de los alumnos y acabas comunicándote con ellos intercambiando el coreano, español, inglés, japonés y probablemente casi cualquier otro idioma que conozcas (en nuestra clase, aparte de la americana y los japoneses, los había que hablaban ruso, portugués, vietnamita y noruego)
El curso da para bastante si te lo tomas con un poco de seriedad y le dedicas tiempo después de las clases. Además, el coreano sólo usa su alfabeto, a diferencia del chino o el japonés, que usan ideogramas y pictogramas, y la gramática es sencilla, por lo que hemos visto hasta ahora, yo diría que más sencilla aún que la del japonés.
En cuanto a los compañeros becarios, aunque vengamos de distintos trasfondos, todos somos jóvenes a los que le gusta viajar, así que eso, unido a que sois recién llegados a una ciudad nueva y todos sabéis (más ignoráis que sabéis) lo mismo, os une y hace que surja una amistad entre vosotros con bastante rapidez.

Todo bueno ¿verdad? Entonces, ¿por qué lo dejo? Pues en cuanto a la parte profesional, porque lo que me gusta de la informática es el desarrollo y este trabajo se orienta más a sistemas. Está bien abrir conocimientos, pero me he dado cuenta de que me conviene más tener un segundo año de experiencia en desarrollo que un año de coreano. Además, como es una beca de formación, no cuenta como trabajo. Eso significa no paro, no cotizar a la seguridad social, no vida laboral...

Si os dais cuenta, la mayoría de las ventajas que he mencionado para quedarme en Seúl son motivos de crecimiento personal, pero en Madrid también me esperan otros caminos de desarrollo personal. Sin embargo, eso entra en los motivos personales que dije que no explicaría ;)

En el próximo post colgaré una entrevista que hice ayer a un nuevo amigo de Seúl, Christian Ruiz. De momento, a cuidarse. Salvo que posteé en vacaciones futuras, este es mi último post desde Seúl (que escribo en el aeropuerto)

sábado, 4 de octubre de 2008

Primer post desde Seúl

Ya era hora de que posteara desde aquí, sobre cosas de aquí.

En esta semana hemos (los demás becarios ICEX y yo) cambiado de país, empezado a aprender coreano, conocido a algunos coreanos y empezado a hacernos a la rutina y el día a día.

Llegamos aquí un buen día de lunes, después de trece horas de avión y sin mucho problema como ya conté en este post.
Al día siguiente comenzamos las clases de coreano en coreano. Los grupos son pequeños, de unas doce personas, así que los profesores tienen tiempo para dedicarle a todo el mundo. El comando ICEX Corea ha sido partido en tres grupos, Pablo y Victor por un lado, Eliezer solo ante el peligro, e Íñigo y yo en otro lado, y cada uno en un aula distinta. La verdad es que es mejor así, por un lado, teniendo un compañero de tu idioma, se hace más llevadero cuando no tienes idea de qué te está preguntando la profesora, por otro, al no estar todos en la misma clase, ves más al resto de alumnos extranjeros, y te picas más.

En particular, en la clase donde estamos Íñigo y yo, hay cinco japoneses, uno de ellos de padres coreanos, una chica de Estados Unidos, un noruego, una vietnamita, una rusa (aunque de padres coreanos) y una brasileña (también de padres coreanos, creo) Aprovechando que hay japoneses, trato de comentarles alguna cosilla de vez en cuando, para tratar de practicar un poco y hacer amigos. La verdad es que el ambiente en la clase es bueno, incluso aunque llevemos tres días, y vayamos con tres días de retraso respecto a los demás.

Las clases, como ya he dicho, son de coreano en coreano. Los profesores también saben algo de inglés, aunque no mucho, y prácticamente tampoco lo usan. Me doy cuenta de que saber algo de japonés es una buena ayuda. Te acostumbra a pequeñas cosas, como que el verbo va al final, que hay partículas marcando los elementos de la oración (tema, sujeto, etc) y cosas así. Hay palabras, además, que se pronuncian igual o muy parecido al japonés, probablemente porque en ambos casos vengan del chino.
También parece haber una diferencia entre los alumnos asiáticos (o de ascendencia asiática, como el caso de la chica rusa) y los occidentales. Los asiáticos, si llegan antes a clase, sacan sus libros y empiezan a repasar. Los occidentales, especialmente los españoles, se quedan hablando en la puerta.
El segundo día de clase (el primero que llegué antes de la hora) me puse a estudiar como ellos, así que supongo que voy orientalizándome.

Cada vez estoy más convencido de la ayuda que supone conocer gente para hacer intercambio de idioma, tienes más ganas de aprenderlo para facilitar la comunicación con los nuevos amigos que vas haciendo, porque a fin de cuentas, para comer en un restaurante no te hace falta mucho más que saber señalar con el dedo y dos o tres palabras sueltas.
En mi caso, de momento sólo he conocido a Nani para echarme una mano, pero me ayuda bastante, y poco a poco iré conociendo a más.
con Nani

Y por fin voy a hablar un poco del día de ayer. Algo resfriado como estaba (la host family me puso aspirinas al lado del plato del desayuno en cuanto me levanté), pasé el día entre estudiar y dormir 50/50, lo que ayudó bastante tanto a recuperar tiempo para el coreano como a curar el catarro. Ayer coincidió que era fiesta nacional (gracias al cielo, porque un día más para estudiar buena falta hacía) y el cumpleaños de un amigo becario, Pablo.
10 Cumple Pablo

Habíamos quedado para cenar y salir de fiesta luego.
09 Cumple Pablo
07 Cumple Pablo
Yo, siendo algo responsable, pensé en quedarme sólo a la cena y luego volverme a casa.
Pero es que me sentía tan bien...
20 Cumple Pablo
12 Cumple Pablo
23 Cumple Pablo

viernes, 3 de octubre de 2008

Historias

Hace unos días vi en el metro a una pareja hablando. Bueno, lo de pareja es algo que no sé, es sólo la impresión que me dio. La chica tenía los ojos enrojecidos y húmedos, ambos tenían cara de sentir cierta aprensión, cierta tensión.
A veces veo gente y me pregunto qué hay en sus vidas, porqué tienen la expresión que tienen.
Volviendo a casa encontré el polo opuesto, una pareja, esta vez despidiéndose. La mirada que se dirigieron mientras el metro se alejaba, especialmente la que dirigía la chica (que era la que estaba dentro del vagón, como yo) me hizo sonreír.

En momentos así me doy cuenta de que hay historias por todos lados. Con tanta abundancia, a veces puedes pensar que la tuya no tiene tanta importancia, que por todos lados hay historias parecidas y quizá haya otra como la tuya, en otro país, con otros protagonistas…
Y a veces lo que piensas es que este mundo es maravilloso. Que es maravilloso que haya personas sintiendo cariño, amor… Sé que algunos no creen en el amor, y es difícil hacerlo. Los cuentos de hadas y las películas se quedan muchas veces en historias que aún no han terminado. El príncipe y la princesa se casan, y se acaba la historia. El chico consigue a la chica, y se acaba la película. Seguirán descubriendo cómo son uno y otro, conociéndose, seguirán cambiando, puede que lleguen las discusiones, puede que no. Puede que sus sentimientos cambien, que se enfríen, que se calmen... Puede que un día se apaguen y piensen “¿Qué hacemos juntos?”
No se sabe cómo acaban las historias que aún no han terminado (y eso probablemente sea para bien), pero creo que a veces ver que otros viven cosas parecidas, aunque no sean eternas, aunque no duren para siempre, a veces ver esas historias puede ser un poco inspirador. Consolar, en cierto modo. Es como si mereciera la pena vivir sólo porque otras personas viven historias parecidas. Quizá eso también ayude a la esperanza, quizá disimulada incluso de uno mismo, de vivir un día algo parecido, de volver a experimentar esa sensación.

Después de todo, si otros lo encuentran… ¿Por qué no?

lunes, 29 de septiembre de 2008

Llegada a Corea

Llegamos el 29 de septiembre al aeropuerto internacional de Incheon tras un viaje que se hizo corto gracias a la compañía (éramos cuatro becarios los que íbamos juntos desde Amsterdam) y a que dormimos la mayor parte del viaje.
En Amsterdam precisamente cogí las primeras fotos de curiosidades que ví en el aeropuerto. La primera, este proyector de DVD y iPod en forma de R2-D2. Costaba unos 2700€, pero hacerle la foto era gratis. Os imagináis tener vuestro propio R2 para tocar la música de vuestro iPod y proyectar vuestros DVD en una pantalla?


Aquí unos sillones que me parecieron originales. Nada más que reseñar.


Y aquí algo que me sorprendió: un desfibrilador en medio del aeropuerto. Y yo pensando que estas cosas deberían llevarlas los médicos que vienen cuando le pasa algo a alguien, y no estar ahí para cualquiera que se líe la manta a la cabeza.


En Amsterdam cogimos el vuelo a Seúl, habiéndonos reunido ya cuatro de los cinco becarios que somos. En el avión, sin embargo, cada uno iba en un asiento, dos por un lado (que ya habíamos quedado en Madrid para el check in) y otros dos repartidos por el avión. Ya había visto todas las películas que pusieron, así que hice lo mismo que Pablo, el compañero que iba conmigo, y me puse a dormir. Entre eso y un rato de charla en la escalera (sí, el avión era de los de dos pisos, pero no nos dejaron subir a 1ª)

Unas diez horas y pico después llegábamos a Seúl, cogimos las maletas sin problemas en bastante poco tiempo, y luego nos fuimos en un taxi-furgoneta hasta la oficina, donde conocimos a parte del equipo con el que trabajaremos los próximos meses y a casi todos los becarios a los que sustituiremos dentro de tres.

Tiempo después fuimos yendo cada uno a su casa de acogida, conocienco a su familia coreana, etc. Hay de todo, uno va con un chico de casi 30 años, su hermano mayor y el padre de ambos, otro, con una universitaria coreana. La mía es un padre (profesor de coreano, eso es suerte), una madre (ama de casa), su hijo de 16 (estudiante de instituto) y su hija (de 15 años, estudiando en Bangkok), cuya habitación ocuparé yo en estos meses.

Acabo de cenar con mis anfitriones coreanos, y me da la impresión de que incluso ellos usan el sabor neutro del arroz para contrarrestar el picor del resto de la comida. Dicen que te acostumbras a ello, pero de momento voy a ir poco a poco. Les he dicho incluso que en España no solemos cenar tanto (y la verdad es que había un montón de comida, pero era más el sabor que otra cosa lo que me hace contenerme)
Si bien el picor de la comida parece ser omnipresente (tanto la comida del avión como la que me han ofrecido mis anfitriones es picante), tal como dicen las guías, hay algo que no parece ser tan cierto, y es que el tráfico es caótico. No es mucho peor que en Madrid. Lo que me pregunto es si eso es bueno para Corea, o malo para Madrid.

Mañana empezamos las clases de coreano en la Universidad Yonsei. Los demás alumnos, la mayoría de los cuales nos han dicho que es oriental, llevan tres días de ventaja. Cuando los becarios actuales se han enterado, su reacción ha sido decir “Estáis jodidos”
El idioma va a ser un tema importante, porque supuestamente los padres de mi familia hablan inglés, y hasta yo lo hablo mejor.

He paseado un poco por la zona, para ver dónde está la Yonsei y demás, y ya pondré fotos. Creo que serán más sorprendentes las de la salida de las alumnas de la universidad femenina de Ewha, que está al lado, y que parecía una riada de universitarias.

De momento, a ver qué tal van las clases de mañana, a intentar estudiar todo el coreano que pueda en estos tres meses, y prepararme para la vida en emancipado que llegará en enero.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Próximo capítulo: Seúl

Este no es un post de despedidas. Estaba pensando en las personas que conoces en la vida y que poco a poco vas dejando atrás, casi sin darte cuenta. A veces te dices "a ver si le llamo este fin de semana", pero pasa el tiempo, uno no contesta, otro no puede, otros se van...

En esta ocasión el que se va soy yo.

Hace ya más de un mes intenté contactar de nuevo con algunas personas que poco a poco se habían ido alejando de mi vida. Algunas han respondido. Otras no.

A los que sois más cercanos, hablamos con más frecuencia, así que ya sabéis lo que tengo que deciros, no necesitáis verlo aquí. Es a los que os he visto menos a los que voy a decir algo. No estáis en orden de importancia, ni alfabético, ni nada, así que tendréis que buscaros:

- Meiras: no hace falta que no haya otra opción. No hace falta romperse una pierna para dedicarle tiempo a estudiar, si quieres estudiar. Estoy de acuerdo en que es más duro, pero son decisiones, tío. Cuando sientes deseos que mejorarían tu vida general, por ejemplo, mayor formación para encontrar mejores trabajos, puedes empezar a moverte en ese momento. Así no perderás el empuje, y las circunstancias de alrededor (la necesidad de pasta, por ejemplo) pesarán menos en contra mientras intentas conseguirlos.

- Raúl y Paco: vosotros os seguís moviendo, así que sólo puedo pediros que os sigáis cuidando y que os sigáis moviendo. Mientras uno no está cómodo en donde está, lo que necesita no es acostumbrarse, necesita buscar un sitio para estar bien.

- Carlos: nos veíamos poco cuando volví a contactar contigo, y sólo nos vimos una vez desde entonces, pero aunque había pasado mucho tiempo, aunque teníamos muy poco en común a estas alturas, respondiste a la llamada. El resto de lo que digo piénsalo también. Ni es tarde, ni es imposible. Conformarse con lo que uno tiene, con lo que uno es, sólo vale si realmente tienes lo que quieres tener y eres lo que quieres ser. Recuerda la caja para medicinas, y cuídate.
Cada vez más.

- Alicia: Hemos hablado cada vez menos. ¿Cómo no, dadas las circunstancias? Hemos tenido problemas en nuestra relación y sé que no volverá. Puedes seguir creyendo que yo merecía tu falta de confianza, adelante. Yo sé lo que hice y lo que no.
Pero a pesar de que el final no ha sido bueno, a pesar de que ha habido tiempos malos en los cuatro años que hemos estado juntos, también los ha habido buenos. He aprendido bastante en este tiempo, y he disfrutado los buenos igual que he sufrido los malos.
No me arrepiento del tiempo que he estado contigo, aunque el precio haya sido este final.

- Yuko: Sé que pocas veces he intentado hablar en japonés contigo a pesar de que siempre has estado dispuesta a ayudarme con ello. Lo hablaba tan mal que me avergonzaba un poco de él, siempre pensaba "la próxima vez, cuando haya mejorado un poco más", pero por fin me he dado cuenta de que a pesar de los fallos es más divertido intentarlo que esperar a ser mejor. Se tarda mucho en ser tan bueno en algo como uno quiere, pero no tanto en disfrutar practicándolo. Y tú me has ayudado a darme cuenta de eso, así que muchas gracias. Seguiré estudiando japonés en estos meses. Buena suerte.

- Carlos: eres el segundo Carlos de esta lista, pero en cuanto leas "wing tsun" sabrás que me refiero a ti. A ti, y al resto de los compañeros del gimnasio. Sé que me fui sin despedirme, casi como una huida. Sin embargo, me sigue gustando la escrima, me sigue gustando el wing tsun y, sobre todo, me sigue gustando la forma que tenían los compañeros de aprenderlo y ayudarnos unos a otros en la práctica, y tu forma de enseñarlo.
Quizá te parezca natural, pero desde las clases me he dado cuenta de cuántas cosas que decías sobre el wing tsun se aplican a la vida: requiere esfuerzo, es fácil y complicado a la vez, es frustrante, nunca acaba de aprenderse, cuando parece que dominas un ejercicio aparece otro más complicado... Y, sobre todo, vale la pena seguir aprendiéndolo.
Gracias.

- Ana: Han pasado años sin que hayamos hablado uno con el otro, Ana. Ya que es un nombre común, te diré que eres la mejor profesora de literatura que he podido tener, y que aunque haya dejado que fueras desapareciendo de mi vida, ni te he olvidado, ni lo haré. Me has ayudado mucho, y me has hecho capaz de ayudarme a mí mismo de formas que quizá ninguno de los dos seamos capaces de imaginar. Ya no tengo tu teléfono, ni tu dirección, ni siquiera sé ya en qué país estás viviendo, pero he aprendido que las casualidades pueden hacer que encuentres a personas que parecían más desaparecidas. Si la casualidad te ha hecho leer esto, entonces escríbeme.
Hasta entonces, en serio, te doy las gracias desde el fondo de mí. Muchos cambios que he hecho en mi vida, para mejor, son frutos de semillas que sembramos juntos. Muchas gracias.

Hay otras personas que también han quedado atrás, antiguos compañeros de clase, antiguos compañeros de salir, antiguos profesores... Ni de un lado ni de otro hemos intentado contactar de nuevo. Supongo que hay un límite a lo que una persona puede enlazarse, o simplemente que acepta que el tiempo pasa, algunas personas se quedan y otras se van. Sólo voy a decirle algo a una de las personas que han quedado atrás, porque es una con la que intenté recuperar el contacto:

- Ester: supongo que los recuerdos ya son sólo recuerdos. Por mi parte siguen siendo buenos recuerdos. Supongo que eso es sólo por mi parte. Buena suerte, y adiós.

Los demás, y sabéis quienes sois, estáis mucho más cerca, no temo perder el contacto con vosotros porque no lo creo posible, aunque vaya a estar más de un año fuera y algunos sólo oiréis de mí por boca de otros. Tengo mucha familia como para nombraros a todos, Aida (pégale más a partes de tu vida que no sean trabajo, anda), Papá (no siempre estamos de acuerdo y tenemos diferencias, como todo el mundo, pero en general has sido un buen modelo y te lo agradezco), Inma, Ángel, Virtudes, Luis, Loli, Isabel, Yaya (descansa tranquila), Gabriel, Carmen María, Miguel... Sois muchos, no voy a nombraros a todos.
Y fuera de la familia, ya quedáis mucho menos por nombrar. Ángel (sigue adelante, hermano), Sara (lo decía en serio, volveré, ya lo verás), Arturo, Yoko, Yuki...

En los próximos quince meses seguiré manteniendo el contacto, y haré también nuevas amistades (supongo, claro), este no es un post de despedidas, sólo una piedra para marcar mi marcha.
Hace un par de semanas no habría dicho lo mismo, pero ahora tengo un sitio al que regresar.
No voy a decir adiós, ni hasta luego, ni nada de eso. Seguimos en contacto, y nos vemos a la vuelta. (O allí, si alguno viene)

jueves, 25 de septiembre de 2008

Me pesa el mundo.

Pues que hoy estaba inspirado y me he decidido a poner algo.... No me apedreéis mucho, jejejeje.

Recae sobre mi el peso del mundo,
y esto que digo no es gratuito,
ya que siento como propio su dolor amargo.

Recae sobre mi el peso del mundo,
y se carga sobre mis hombros,
curvando mi postura con su miedo velado.

Recae sobre mi el peso del mundo,
con la avaricia y la violencia,
con el odio y la verguenza,
con los niños abandonados.

Recae sobre mi el peso del mundo,
pero ya no me cuesta llevarlo,
desde que te conozco ya no se me hace tan pesado.

Recaía sobre mi el peso del mundo,
ya no me pesa
desde que estas a mi lado.


Si creéis que se puede mejorar, espero vuestras opiniones.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

富士山に登った

長い道を富士山に登った。
雨が降った。嵐が降った。
晩になった。
寒い風はセーターを徹った。
雨や嵐や寒さや暗など。
登った。
これもできる。

domingo, 21 de septiembre de 2008

siete y contando

Eso es lo que queda de tiempo para que me vaya.
Miro ese momento con una pizca de aprensión y emoción. Esta vez no es un mes de vacaciones, sino más de un año de trabajo. ¿Cuántas cosas cambiarán durante ese año?
Quizá lo que debiera preguntarme es ¿cuántas cosas no lo harán?
Día a día se acerca la fecha del vuelo y van quedando cada vez menos cosas que hacer, ya sólo detalles. Planchar las camisas, arreglar el reloj (que hace al menos un año que tiene la correa rota), preparar el equipaje... Detalles.
Todo está encarrilado, tanto, que echar un vistazo hacia atrás, alrededor, es casi difícil. No puedo decir que me afecte el saber que en los próximos quince meses no voy a ver los edificios entre los que he crecido, ni las calles de esta ciudad. Es la gente, no "la" gente, sino "mi" gente lo único que tira de mí.
A pesar de estas palabras, sé que voy a irme. Es la decisión que tomé, y no creo que sea la peor elección. Algo ganas, algo pierdes. Aunque por algún motivo, parece que se le da menos valor a lo ganado que a lo perdido. Quizá porque no nos damos cuenta, una vez conseguido, del valor que tiene para nosotros lo que hemos alcanzado, cuando lo alcanzamos.
Quizá.
¿Cuántas veces he sentido esta sensación? Es como subir una montaña con frío. Mientras te mantengas en movimiento no lo notas, estás bien. Cuando te paras, es cuando empiezas a pensar qué haces ahí arriba. La vida a veces es igual. Te concentras en el trabajo, los amigos, hobbies... y todo va bien. Es cuando llega la noche y te acuestas a dormir, mientras esperas a que el cuerpo se duerma, es en esos minutos cuando a todos nos visitan nuestros demonios, a susurrarnos todos los "¿Y si...?" que hemos ignorado mientras nos movíamos.
A veces se oyen historias de soldados que se sienten enloquecer cuando pasan demasiado tiempo continuo de guardia. Sólo, sin nada más que hacer que pensar y esperar. Cuando los ojos se vuelven hacia el interior y puedes mirar por el agujero oscuro que hay allí, lleno con todo lo que no dices, lo que ni siquiera quieres pensar... es hipnótico, como dicen que son los abismos, que invitan a lanzarse por ellos.
A veces pienso que todas las "fuerzas cósmicas" que tratamos de localizar en el exterior - el bien, el mal, el olvido, el terror - están sólo en nuestros propios corazones. Quizá por eso la gente quiera amar. Para ser amados. Para compartir ese abismo y tener a alguien que le coja la mano antes de caer por él.
Quizá la frustración de no encontrar a alguien que esté ahí en ese momento es lo que hace que la gente deje de querer amar, y prefiera hundirse lentamente, como en un sueño...

martes, 16 de septiembre de 2008

Aprender idiomas

En enero empecé a estudiar japonés en serio, y ya de paso, a buscar intercambio a través de internet. Como ya he tardado bastante en hacerlo, pues aquí está el post correspondiente.

http://www.mylanguageexchange.com/
Esta es la primera página en la que entré, y con la que más gente he conocido.
El registro es gratuito y libre. Estando registrado la gente puede contactar contigo, puedes responder sus mensajes, etc. Para iniciar tú la comunicación, sin embargo, tienes que pagar unos 25$ por un año (es decir, como unos dos pavos por mes, con la cantidad de gente que tiene esta página me parece muy razonable)
Funciona bastante bien, muy intuititivo y demás. En cuanto a colores, adornos y sobrecarga sensorial, ninguna. Un menú simple y directo y funcionando. En serio, funcional, práctico y coste razonable.

http://www.italki.com/
Esta página me la recomendó un amigo. Hasta ahora no le he dedicado mucho tiempo, pero tiene algunas cosas distintivas. Por ejemplo, la posibilidad de poner fotos en el perfil, más colores en los menús, etc. Eso le da un aire a mezcla de página de "busca amigos" y página de "intercambios de idioma"
Tiene algunas características más destacables en el sentido de aprendizaje, como un sistema de conocimiento (para subir documentos, etc) y una búsqueda de preguntas y respuestas sobre idiomas. Con las propias preguntas que se le ocurren a otros usuarios (que pueden ser las mismas que se te ocurran a ti, o las que se te ocurrirían más adelante) y las respuestas que otros usuarios dan.
En resumen, una página un poco más animada, con más colorines y buenas ideas (las preguntas-respuestas comunes y los documentos) Como contra, he encontrado menos gente allí que en http://www.mylanguageexchange.com/, aunque teniendo en cuenta que lo que buscó es japonés y coreano, y sólo puedo ofrecer español, quizá sea normal encontrar menos.
Unirse y contactar es gratuito.
Hay un fallo en la interfaz, y es que aunque la lista de idiomas está traducida y ordenada en los desplegables, la de países sólo está traducida, con lo que, por ejemplo, Corea sale entre Kiribati y Kuwait.

http://www.palabea.com/
En esta página llevo realmente poco tiempo. El interfaz tiene muchos colores, muy animado, muchos recuadros con información... Quizá puede costar un poco más orientarse que en las otras dos páginas, más sencillas, pero tampoco es que llegue a ser difícil.
En cuanto a capacidades, parece funcionar tanto como página de contactos como de intercambio de idioma. Los usuarios pueden crear cursos virtuales, subir documentación, etc.
Tampoco tiene ningún coste, aunque parece que ha salido hace poco, lo que tiene dos desventajas, en principio.
- No tiene tantos usuarios, aunque he encontrado varios. De todos modos, no creo que sea fácil llevar intercambios de idioma con veinte personas, así que el número de usuarios no es tan determinante.
- Hay varios fallos en la página, en cuanto a funcionamiento. Pequeños bugs que hay que depurar y que se irán arreglando, pero que están ahí, al fin y al cabo.
Por último, hay un fallo de diseño en la interfaz de búsqueda de intercambio, al menos lo hay mientras escribo estas líneas, y es que mientras que la búsqueda de amigos te permite filtrar por idioma, la búsqueda por intercambio sólo lo hace por localización.

Las tres páginas tienen la interfaz configurable en varios idiomas, por de pronto inglés y español, así que eso no representa un problema.

Por último, para cerrar el post, voy a hablar de un curso de coreano que encontré en internet y que es bastante bueno. La página es de la universidad Sogang, en Corea del Sur, tiene un capítulo sobre historia y cultura coreanas, y una división por niveles bastante buena.
La página está en inglés, lo que podría suponger alguna dificultad para algunos, pero para el resto está muy bien.
Las primeras lecciones (Introductory) son para leer y escribir. Un defecto que tiene, en mi opinión, es que los sonidos de las letras, aunque tienen todas las combinaciones de vocales y consonantes, cada una se carga por separado en un flash, con lo que no puedes escuchar de forma ágil dos sonidos, distintos, y se echa de menos a la hora de comparar la o abierta y la cerrada del coreano, como sus dos u.
Por otro lado, una vez solucionado eso (que puede hacerse con este video o con estas lecciones, ambas en inglés), el resto de las lecciones (desde Novice) son casi como una clase con profesor. Una lectura, un listening, unas explicaciones de gramática de lo visto en la lección, una lista de vocabulario...
En particular el listening y la lectura me parecen de lo mejorcito que he visto, porque no sólo consiste en coreano en un lado, inglés en el otro, sino que pasando el ratón por encima de las frases en coreano las analiza, ayudando a la traducción con notas en plan "Anna + marca de sujeto", "Estudiante + verbo ser", etc

Bueno, pues acabo por hoy. Si queréis aprender coreano ya tenéis un buen sitio para empezar, si queréis encontrar intercambios de idioma tenéis tres.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Límites

A veces me sorprende lo fácil que es volver al pasado, a las antiguas costumbres que creíste haber dejado atrás.
Quizá no ha sido el miedo a que las cosas no salgan bien. Quizá ha sido la comodidad con la rutina. Unos meses sólo, unos meses recordando las diferencias entre salir con alguien o no hacerlo, y con eso es suficiente para acostumbrarse a no hacerlo. Acostumbrarse tanto que uno mismo empieza a limitar dónde o con quién quiere encontrar una nueva oportunidad, sólo para intentar que las cosas no sean difíciles. Sólo para simplificarse la vida.
Como decía al principio, tanto en un caso como en el otro, qué fácil es volver a los viejos malos hábitos.
Incluso parecía razonable. Bueno, dado que podía dar motivos para justificar esa autolimitación, es razonable (en cuanto a que se puede razonar) Y sin embargo...
Sin embargo lo que sé es que no quiero volver a esas costumbres, y lo que veo es que con dejar de fijarme, con perder la alerta, vuelven las hijas de p**a (con perdón)
Hay que seguir hacia delante, siempre hacia delante, y controlar el miedo, controlar la prisa y las ganas de alejarse para ir caminando, y no echar a correr en una dirección o en otra.
No es la primera vez que encuentro una persona cuyas ganas de huir de su miedo le hace embestir hacia delante y perder su oportunidad igualmente, así que no es tan fácil, supongo.
Tranquilo, calma, respira hondo...
Camina entre las sombras, entre las decisiones que no sabes cómo acabarán. Piensa en porqué decides lo que decides. Sé sincero contigo mismo. Es difícil a veces, a veces es muy sutil la diferencia entre convencerse y estar convencido. O entre estar convencido, y saber. O quizá es que todo cambia... Quizá en el momento en que decidí decir "voy a seguir solo" estaba convencido de que era la mejor opción. Quizá son las circunstancias lo que a veces hacen definen correcto o incorrecto, bueno y mejor, malo y peor... Las circunstancias como datos que conoces, como ideas, como sueños, como nuevas fantasías que nacen en la mente, sin avisar, y que cuando empiezan a hablar es demasiado tarde para hacerlas callar.
Si es que pudiera.
Si es que quisiera.
Iba a decir "intentaré". Sé que puede parecer friki, pero hay una lección dentro también. Que lo diga un niño no significa que no merezca pensarse. Al grano, como decía Yoda (el de Star Wars), "No lo intentes. Hazlo, o no lo hagas, pero no lo intentes."
Para los que sean amantes de echar en el olvido cualquier pensamiento que no esté envuelto en una figura "tradicional" (lo admito, un muñeco verde no es tradicional), que sepan que la misma idea de "hacer o no" es parte de la filosofía de bushido. Ellos eran más determinantes sobre ello, más en plan de los intentos son de personas inferiores, un samurai no puede permitirse simplemente "intentar" algo, sino poner en ello todo su empeño para conseguirlo.
Recuerdo también un pensamiento de un maestro antiguo, de karate, si no recuerdo mal. "Hay tres pecados [en las artes marciales]: El miedo, la duda, y el remordimiento.
Así pues, no voy a decir que "intentaré"
No voy a seguir limitándome.
Lo que haya perdido, lo he perdido ya. Pero no voy a lamentarlo. El remordimiento es sólo una carga. Los errores sólo están para aprender de ellos.
Fuera la limitación. Lo que surja, surgirá.
No dejaré que el miedo me retenga.
No dejaré que el miedo al miedo me lleve ciego hacia delante.
Fuera límites.
Ha nacido un nuevo dios ;)

domingo, 7 de septiembre de 2008

Empiezan las despedidas

Empiezo a escribir en el tren hacia Murcia. Me dirijo a la tierra donde crecieron mis padres, donde el resto de mi familia se encuentra. Y voy para despedirme.
Mi propia decisión ha sido irme a otro país durante más de un año, y alejarme de todo lo que he conocido para mirar qué hay más allá de lo que muestra la pantalla de televisión.
¿Cuándo empezó la curiosidad?
Quizá cuando empecé a conocer a personas de otros países, que crecieron en otras culturas y tuvieron vidas tan distintas a la mía. Visiones tan distintas que te dejan ver las mismas cosas desde otro ángulo tan distinto… Es casi mágico, casi puedes notar cómo tu mente ha crecido, se ha vuelto más abierta, más sensible. Piensas en direcciones que antes no supiste que existían.
Y de las experiencias de otros pasó a la curiosidad por las tierras de otros.
La primera vez fue China. Surgió la oportunidad y llegué allí sin saber nada, dependiendo de Alicia, y a veces del inglés, para conocer lo que había. Y a pesar de la diferencia de idiomas, tantas cosas nuevas, tantas cosas interesantes…
La segunda vez sí fue mía. No fue un ofrecimiento de otra persona, sino que yo mismo lo creé, y eso es más bonito aún. Más puro quizá, más solitario también. Sólo impulsado por la propia curiosidad, y el deseo de conocer Japón.
Y cada día se acerca más la tercera ocasión. Otro lugar, otro idioma, otra gente. Otra situación. ¿Cuántas cosas conoceré? ¿Cuántas personas? ¿Cuánto aprenderé?

Y al mismo tiempo, ¿Cuánto quedará atrás?
¿Perderé algo en este camino?
¿Lo olvidaré?

Todo este no saber…
Este nadar en aire vacío de luz, de sonido…
Ya lo he aceptado, pero ¿me acostumbraré a él?



Estoy sentado escribiendo el el tren de regreso a Madrid. Sólo ha sido un día en Murcia, viendo a familiares y despidiéndome de ellos. Dejo a mi abuela en el lecho en donde morirá. En donde lleva semanas esperando a la muerte y deseando que se acabe el trámite. Siempre, desde que la conocí, fue una mujer fuerte y animosa, directa y pragmática. Ahora trata de soportar la espera, sabe que va a morir, y sabe que será pronto, y no puedo evitar pensar que probablemente yo querría, igual que ella, que ya que está firmado y sellado, fuera lo antes posible.
En quince meses pueden ocurrir muchas cosas, y me pregunto si habrá alguien más que no esté aquí cuando vuelva.

También he vuelto a ver la sencillez de muchas personas, y lo fácilmente que se sienten satisfechas con sus vidas. Es refrescante y relajante verlo y dejarse llevar por ello durante unas horas, aunque lo cierto es que no puedo compartirlo. Los viajes y los idiomas supongo que son el efecto, supongo que la causa es que siento que aún no es suficiente, y eso hace que me pregunte: ¿Será suficiente algún día? Me siento satisfecho con la vida que tengo ahora, pero no lo sería si me detuviera. Supongo que eso cambiará en algún momento en el futuro, pero ¿cuándo? ¿Cuánto será suficiente?

jueves, 28 de agosto de 2008

Otros acentos

Hoy he estado con Sara viendo cómo hacen el programa de radio en el que ella participa. Se llama "Otros acentos" y ha venido poniéndose de 12 a 1 de la noche, en Radio Exterior (de Radio Nacional)

En el programa se habla de noticias nacionales e internacionales con relación a las distintas culturas que conviven en España, y lo cierto es que me parece más interesante que los telediarios de la noche (que suelen decir lo mismo que dijo el del mediodía)

De todos modos, supongo que este tipo de curiosidad es algo que no tiene todo el mundo. Para la mayoría (por lo general, incluido yo), supongo que ya tiene suficientes cosas de las que ocuparse en su vida como para pasar una hora (a esas horas) escuchando otros puntos de vista, separados por las diferencias culturales.

Ya sé que aviso tarde porque mañana es el último programa de la temporada, pero en fin, al menos podemos hablar del ampliar puntos de vista, ¿no?

Cuanto más viajas, sobre todo cuanto más te relacionas con personas de otros países, otras culturas, etc, más ideas distintas van entrando en tu cabeza, que te ayudan a ver el día a día (tu propio país incluido) con otra perspectiva. Por decir sólo un detalle, aún no he oído hablar de otro país donde se coma y cene tan tarde como en España. Ni donde, cuando un extranjero no entiende lo que se le dice en español, en lugar de repetirlo más despacio, se le repite más alto (y esto es algo que todos los extranjeros que he conocido que han estado en España han sufrido, y a los que ha sorprendido)

Otra cosa de la que te das cuenta cuando miras a la gente en otros lugares, es que casi todo el mundo, en esencia, es igual y quiere las mismas cosas. Vivir tranquilo y no tener problemas. La mayoría también busca desarrollar su vida, su familia, su trabajo... Los detalles son lo que nos diferencia muchas veces, aunque a veces puedan ser detalles muy importantes.

De todos modos, yo sólo puedo hablar de lo que he visto en China, en Japón, y de lo que me han contado amigos americanos, o gente con la que he coincidido, a veces de casualidad, como un par de joyeros árabes o un músico israelí. En el futuro os contaré lo que veo en comparación en Corea, pero ¿qué me contáis vosotros?

miércoles, 27 de agosto de 2008

Regreso a la rutina

Parece mentira, después de estar sin currar más de dos meses, lo fácil que se hace volver al día a día de levantáte, metro, curro, come, curro, metro, casa. Salvo que en lugar de trabajo es asistir a un curso de formación de la beca ICEX.

Quedan cuatro semanas y media, y después tocará un viaje a Seúl, dónde estaré hasta diciembre del año que viene. ¡Toda una aventura!

Los tres primeros meses estaré viviendo con una familia coreana, recibiendo cuatro horas diarias de coreano, y el resto del año, además de continuar las clases de coreano, haré lo que pueda para seguir aprendiendo japonés. Mis intenciones, en breve, son:

- Hacer amigos y amigas en Corea
- Aprender coreano y japonés
- Visitar Japón de nuevo, esta vez con más vocabulario
- Sacarme un par de certificados de idioma (coreano y japonés, claro)
- ... a saber qué más

Creo que es una buena oportunidad para cualquiera que quiera conseguir experiencia trabajando en otros países. La utilidad que tiene finalmente de cara a currículum, futuros trabajos, etc tendrá que verse en los siguientes años, pero de momento pinta bien, ¿no os parece?

No sólo hay becas de informática, así que sugiero que los que estéis interesados, visitéis estas dos páginas, donde podréis encontrar información más completa y precisa:
http://www.icex.es/becas Página oficial de becas de ICEX. Información oficial y precisa.
http://www.becariosicex.com Página, principalmente foro, de becarios y aspirantes a becarios de ICEX. Información subjetiva, pero que puede ser más informativa a la hora de las decisiones.

lunes, 18 de agosto de 2008

Kyoto

El post de hoy es un post con retraso, pero más vale tarde que nunca supongo.
Cuando estuve en Kansai ya os conté que mi amiga Yuki me presentó a Maya, una amiga suya que conoce bastante Kyoto, y que los tres fuimos a verlo. Como olvidé mi cámara, estuve usando la de Yuki, y aunque ella me envió las fotos hace bastante, aún no me había puesto a colgarlas.
La primera foto es de la estación de Kyoto, que me pareció bonita y futurista, sobre todo cuando la imagen que los turistas tenemos de Kyoto normalmente es de la parte de los templos clásicos y demás

Luego fuimos al pabellón dorado. En origen era la casa de descanso de un shogun, Ashikaga Yoshimitsu, pero su hijo lo acabó convirtiendo en un templo.
De izquierda a derecha, Maya-san, Yuki-san, y yo

Luego fuimos a Ryoan ji, donde me llamó especialmente la atención el jardín de arena. Realmente da la sensación de ser el mar, a pesar de que esté hecho con grava, pero es algo que cuando estás ahí... bueno, es la sensación que da.

Hay un detalle curioso, y es que hay un truco en el muro para hacer que parezca un espacio más amplio. La altura del muro disminuye hacia la esquina que se ve en la foto, y de ese modo la perspectiva hace que parezca estar más lejos, dando la sensación de mayor amplitud.

El agua de este pozo se usaba para la ceremonia del té. Los caracteres que hay en el borde, combinados con el agujero cuadrado, significan algo así como "saber cuánto es suficiente". Un consejo budista, "es importante saber cuándo es suficiente", para saber conformarse, etc.

Y por último, una foto de Kiyomizu dera, un templo que he visto en guías de viaje, fotos en internet y películas cada vez que alguien se acerca a Kyoto. El templo es bastante bonito, pero lo cierto es que los alrededores, una montaña llena de árboles, realmente le da un marco magnífico.


Bueno, ahora que ya he puesto las cosas un poco al día, comentar que ya estoy en Madrid, que ya he empezado la formación para la beca del ICEX que me llevará, si todo va según lo previsto, a Seúl.
Por el momento no habrá más post con el viaje a Japón (hasta que vuelva para allá, al menos), pero intentaré seguir escribiendo, aunque no lo haga con tanta frecuencia.

domingo, 17 de agosto de 2008

De vuelta en Madrid - ただいま

Ya he regresado a Madrid. Durante los próximos días me prepararé para mi nuevo trabajo en Corea, pero no quería terminar este viaje a Japón sin agradecer a los amigos que tengo allí su tiempo.
もうマドリッド帰りました。次の日々で韓国の新しい仕事には訓練するが、この日本へ旅行の終わりで日本の友達に感謝したいです。
陽子さん
さやかさん
由紀さん
麻耶さん
David
Sara
めぐみさん
紀子さん
順子さん
里香さん
Nana
本当に、どうもありがとうございました。

jueves, 14 de agosto de 2008

Cenando en Kaminarimon

Ayer Nana me llevó a cenar a un sitio en Kaminarimon, y ya que estábamos, pues ¿por qué no verlo?
La entrada Kaminarimon es esta puerta con la linterna gigante.
La puerta, Kaminarimon
Más adelante hay otra puerta con una linterna similar, marcando la entrada a Sensô ji, un templo.
Pagoda
Sensô ji
Sensô ji
Este templo es también de estilo chino, como otros de los que ya he puesto fotos por aquí.
Sensô ji está dedicado a Kannon, la diosa budista de la misericordia. Según la leyenda, hay una imagen dorada de la diosa aquí, que fue recogida del río Sumida por dos pescadores a principios del siglo VII. La imagen sólo la pueden ver sacerdotes de cierto nivel, así que para la gente común (como yo) es un misterio si realmente está allí.

Después del turismo, fuimos a cenar. Me gustaría poder poneros una foto, pero olvide hacerla, así que de momento voy a linkar un post de Nana en la torre de Tokyo donde sale ella.

Después de cenar me llevó por la zona a ver otros rinconcitos en un paseo muy agradable, y me ayudó a elegir un libro sencillo para ir practicando japonés. Menos mal, porque si tuviera que elegir yo, sería al azar.

Y debería acabar el post, pero es que como he sido un vago, aún no lo había puesto cuando me he ido hoy a pasear por el este de Shinjuku, así que hoy, post de dos días.

En Japón de vez en cuando ves edificios raros o sorprendentes, como supongo que en cualquier ciudad del mundo, pero como es aquí donde estoy, pues os pongo este

Entre todo Shinjuku, siempre lleno de gente, siempre moviéndose, también puede uno encontrarse un pequeño santuario como Hanazono jinja, para cambiar un poco el ritmo.



Ahora sí que acaba el post. Mañana salgo del apartamento, y ya poco quedará para volar de vuelta a Madrid. El próximo post será desde allí.

martes, 12 de agosto de 2008

Ueno

Hoy he ido a visitar la zona de Ueno, cerca del centro. El parque Ueno es famoso principalmente porque hay varios museos al lado y en el propio parque, pero tiene su importancia histórica también, porque es donde se llevó a cabo la última resistencia de los fieles Tokugawa y los defensores de la restauración Meiji.

En el parque hay un par de monumentos funerarios en honor de los caídos en aquella batalla (partidarios Tokugawa incluidos)

Uno de los partidarios de Meiji se llamaba Saigô Takamori. Era un samurai como tantos otros de los que le apoyaban, pero cuando se aprobaron las leyes que borraban la clase samurai, se hizo seppuku. En su honor se hizo esta estatua, paseando a su perro, que quedó en el parque.

Como ya he dicho, hay varios museos cerca, pero sólo fui a ver el de Shitamachi, un museo dedicado a la época del antiguo Tokyo (la época de la restauración) donde hay reproducciones de una casa, una tienda de dulces y una herrería de la época. También hay juguetes de aquellos años y otros elementos más de museo (es decir, no reproducciones sino realmente de hace un siglo) como cajas de tabaco, tocadiscos, magnetófonos, etc.

Después de ver el museo, me dirigí hacia Tôshô gu, otro santuario consagrado a Tokugawa, al norte del parque Ueno.
En el camino
Lo cierto es que no es muy llamativo después de haber visto los que hay en Nikkô, pero después de todo, supongo que es un poco como si Franco hubiera dedicado una iglesia en Madrid a los soldados republicanos que se le resistieron, o como si después de la guerra de independencia de España contra los franceses, se hubiera construido una iglesia en honor a Napoleón.

Después volví hacia la estación del tren paseando por el parque, y allí estuve viendo la actuación de esta chica, Mai Kurihara, que realmente hacía cosas sorprendentes con el monociclo.


Y eso ha sido todo por hoy. Un saludo a todos.

domingo, 10 de agosto de 2008

Santuarios y cosplay

Hoy, siendo domingo, es cuando se reúnen los chicos de cosplay en el puente jingu, al lado de la estación de Harajuku, a la entrada del parque Yoyogi. Este parque alberga el santuario Meiji, dedicado precisamente a su primer emperador y emperatriz, quienes acabaron con el aislamiento japonés respecto al resto del mundo.

Cuando salí de la estación me dirigí directamente al puente, que es la entrada a los terrenos del santuario. Este santuario se terminó en 1920, consagrándose al emperador y emperatriz Meiji, que habían muerto él en 1912 y ella en 1914. Como muchos otros lugares, fue arrasado por los bombardeos de la 2ª Guerra Mundial, y reconstruido en 1958. Lo que diferencia esta reconstrucción de la mayoría es que se usaron los mismos materiales (cedro japonés, cedro taiwanés, etc) que en el original.
Su marco, el parque Yoyogi, es practicamente un bosque de 70 hectáreas de árboles de distintas especies. Estos árboles vienen de distintas partes de Japón, como una especie de tributo - honra a los espíritus consagrados aquí.

Entrada principal

La plaza del santuario

Un árbol sagrado rodeado de emas (tablillas con deseos)

Muchos santuarios tienen un montón de barriles de sake dedicados al templo, y este no es distinto en eso

En lo que sí se diferencia es en que además de los barriles de sake, tiene barriles con vinos occidentales (en particular, son franceses)

Probablemente sea como recuerdo de la filosofía que guió al emperador, recordar las tradiciones de Japón, pero aprender de las cosas buenas de occidente. La verdad es que es una filosofía que no puedo evitar desear que estuviera presente en más países. La voluntad de recordar lo propio, y al mismo tiempo aprender lo externo, sin que lo nuevo lleve a lo viejo al olvido, y sin que lo viejo quede lastrando el aprendizaje y el desarrollo del país.

Y aunque muchos no lo calificarán de "desarrollo", después del santuario tocaba echar un vistazo a los grupos de cosplay.




Como se puede apreciar, no son más que jóvenes normales a los que les gusta disfrazarse los domingos, en lugar de sólo en carnaval. Es decir, chicos y (sobretodo) chicas completamente normales

Casi todos


Bueno, un abrazo