Hoy he salido por el centro de Tokyo para ver un poco más de la ciudad donde estoy viviendo. Tras bajar en la estación de Tokyo, que estaba en obras, me he dirigido hacia el palacio imperial.
Por supuesto, como el Palacio Imperial es la residencia actual de la familia imperial, no se puede visitar, pero sí los jardines. Aquí os dejo unas fotos
El foso exterior
Como veis, cruzando la calle ya está la ciudad moderna
Estuve paseando un rato por el jardín oriental, que es el que está abierto al público, y salí por la parte norte, cerca de kitanomaru kôen, un parque donde está el Nihon Budokan. Los aficionados al judo quizá hayan oído hablar del Kodokan que fundó Jigoro Kano para enseñar judo. Pues bien, tiempo después, para dar cabida a otros artes marciales, se construyó el Budokan en Tokyo.
Como quiera que estaba cerrado, almorcé en su cafetería y luego seguí camino hacia Yasukuni jinja.
Nihon Budokan
Yasukuni jinja es un santuario que cada vez que sale en las noticias es porque algún político japonés ha ido a visitarlo, y ello dispara el resentimiento de otros países, principalmente China y Corea. Yasukuni jinja es un santuario que lleva desde mediados del XIX consagrado a la memoria de los japoneses muertos en guerra. ¿Qué problema supone eso? Que "desde mediados del XIX" incluye también a los soldados japoneses que murieron durante la Segunda Guerra Mundial. Las atrocidades que cometió el ejército japonés en su camino por China son menos conocidas que las de los nazis en Europa, y también menos graves si podemos medir la "gravedad" por el número de personas a las que afectó. En cualquier caso, ocurrieron. Y que se recuerde a personas que llevaban el mismo uniforme (y que probablemente estuvieron envueltas en esos eventos), es algo que dispara el resentimiento de los afectados.
Es fácil ver que yasukuni jinja no pretende justificar lo que se hizo en esa guerra (si así fuera, se habría dedicado en los años 30, y no casi un siglo antes), pero, sea agitado por los políticos chinos (en mi opinión, más que probable) o no, creo que sería mejor que esas visitas a Yasukuni jinja no fueran oficiales, sino que se hicieran con más discreción, no por vergüenza de visitarlo, sino para no causar más problemas.
El caso es que fui a visitar Yasukuni jinja porque sinceramente pienso que está hecho en agradecimiento a que cuando se les pidió morir a esos soldados o reclutas (que lo mismo da, todos llevaron el mismo uniforme y todos murieron igual), murieron. Hice fotos, de hecho es el primer lugar en Japón donde he encontrado una pareja de leones de estilo chino: una leona jugando con cachorros y un león jugando con una pelota. Sin embargo, como creo que puede molestar a Alicia, a amigos que hice en China y Hong Kong, y puede que también a personas en Corea, mi futuro lugar de trabajo, por consideración a ellos no voy a ponerlas.
Para acabar el día, como aún había bastante tiempo, fui paseando hacia Akihabara
Por el camino encontré dos zonas de la ciudad dedicadas una a los libros y otra a los artículos deportivos, y Akihabara dedicada principalmente a electrónica (cámaras, televisores, ordenadores...) y manga y anime.
Y ese ha sido el día de hoy. Así que un abrazo, y hasta la próxima
Just whatever I feel like writing. There are stories, experiences, memories, feelings... And maybe a technical post every now and then
jueves, 31 de julio de 2008
miércoles, 30 de julio de 2008
Otro día de tranqui
Quizá por el ajetreo del fin de semana, hoy he sido un poco vago y he vuelto a quedarme en el apartamento, al que ya casi me refiero como "casa", porque es el lugar donde más he dormido estos días, supongo. He aprovechado para hacer limpieza, pasar el aspirador y esas cosillas, y aparte de ver un episodio de Bleach en la tele y un combate de boxeo (que me ha aburrido y ni sé cómo ha acabado) no he hecho más.
Así que, en parte por no dejar sin nada a mi gente en España (y la que me lea desde otros países, si hay), he pensado en escribir una entrada de "ecuador"
Recuerdo que cuando llegué a Japón, entre el reajuste de sueño, de apetito y demás, tenía bastante morriña. Alguna vez, cuando me despertaba, pensaba "¿Qué hago aquí?". Y esa pregunta se olvidaba cuando me levantaba y me ponía a visitar lugares y a hacer de turista, que era a lo que venía. Pero esa situación sólo se dio los primeros días. Cuando se acabó el cansancio y empezó a aparecer una cierta "rutina" (sal de casa, coge el tren, ve a algún sitio, vuelve a casa, compra la cena de camino, entrada en el blog y al sobre) la verdad es que era una sensación bastante agradable.
Trato de fijarme en las personas de alrededor, sobre todo en la gente del barrio, que por ser zona residencial sería un poco "la vida corriente"
Se ven pocos hombres, la mayoría supongo que estarán trabajando más cerca del centro. Tampoco se ven muchas mujeres, así que las que no estén también en alguna oficina estarán en casa. Cerca del mediodía si se ven más. Quizá algunas que vuelven de un trabajo de media jornada y compran algo de camino a casa, también se ven jóvenes, supongo que de los institutos cercanos, que vuelven a casa a comer. Es decir, que, visto desde fuera, no parece haber muchas diferencias entre la vida normal en Japón, y en España. Eso es algo que me llamó un poco la atención en China, quizá porque era la primera vez que salía tan al extranjero: la gente no se diferencia demasiado.
La vida normal en Madrid, en Beijing, en Hong Kong, en Tokyo... es bastante más parecida de lo que algunos podíamos haber pensado. Es lógico, ya que el mercado funciona igual, algunos precios suben, otros precios bajan, y (esto va por China) el sistema de gobierno no se nota tanto como algunos parecen creer (o parecen querer hacernos creer)
Quizá sea porque la gente quiere cosas parecidas en todo el mundo: trabajar, formar una familia, mejorar su nivel de vida...
No he viajado mucho, ya sabéis que esta es la segunda ocasión que he estado más de una semana fuera de España, pero con esto, y con las conversaciones con amigos que han viajado más (un italiano, un americano, una chica rumana, Alicia, varias amigas japonesas y también españoles) me da la impresión de que cuanto más viajas, más te ves reflejado en las personas de otros países.
A algunos les decepciona China porque esperan un país que parezca más "milenario", o más lleno de kungfu y monjes shaolín, o que vistan ropa extraña, pero llegan y se encuentran con que no se diferencia mucho de sus propios países. Tienen un pasado histórico distinto, como cada país, pero con los avances en tecnología no es ya que el mundo parezca haber encogido (por los tiempos de viajes, o la velocidad de las comunicaciones), sino que parece que se ha homogeneizado. Todo el mundo usa coches, todo el mundo usa ordenadores, todo el mundo ve la televisión... Los tiempos en los que un lugar, un par de países más allá, era un universo distinto, han terminado. Al menos en el primer mundo, que a fin de cuentas es donde casi todo el mundo va cuando se mueve de viaje. Todos conocemos gente que sale de España y ha ido a Nueva York, a Londres, a París, incluso a China y Japón, pero ¿cuántos conocemos que hayan ido al Congo, a Kenia, a la India? No sé si esos lugares serán tan distintos, de todos modos. Cuando miras a la gente, en todos sitios, en su vida normal, parece que buscan lo mismo. Cuidar de su familia, vivir mejor...
Puede que algunos vean una pérdida en esta homogeneización, pero quizá es simplemente el camino normal, y puede que sea más adecuado de lo que parezca. Después de todo, como defiende Dave Grossman en su, casi completamente científico libro "On Killing", el camino para conseguir que una persona (cuerda, sin enajenaciones temporales, etc) mate a otra, pasa por conseguir que no la vea como una persona. Si esta homogeneización nos lleva a que entendamos cada vez mejor que un español, como yo, es tan parecido a otro joven de mi edad de Japón, de China, de Corea - los lugares más alejados - si sirve para que cada vez sea más fácil ver que somos lo mismo, personas, y que queremos las mismas cosas, creo que servirá para que cada vez haya menos motivos para entrar en guerras y en luchas. Y lo mejor es que esos motivos no saldrán de leyes que regulen la vida de la gente, sino del propio sentido común. Si vale para eso, adelante con la homogeneización, con la globalización, con lo que haga falta. La historia nunca dejará de estar allí, y siempre tendrá que seguir enseñándose, pero creo que es mejor entender la historia como una explicación de cómo hemos llegado hasta este punto, y de pensar qué habrá en el futuro, en lugar de formar excusas para buscar venganzas y odios, como se hace demasiado a menudo en todo el mundo.
Un abrazo
Así que, en parte por no dejar sin nada a mi gente en España (y la que me lea desde otros países, si hay), he pensado en escribir una entrada de "ecuador"
Recuerdo que cuando llegué a Japón, entre el reajuste de sueño, de apetito y demás, tenía bastante morriña. Alguna vez, cuando me despertaba, pensaba "¿Qué hago aquí?". Y esa pregunta se olvidaba cuando me levantaba y me ponía a visitar lugares y a hacer de turista, que era a lo que venía. Pero esa situación sólo se dio los primeros días. Cuando se acabó el cansancio y empezó a aparecer una cierta "rutina" (sal de casa, coge el tren, ve a algún sitio, vuelve a casa, compra la cena de camino, entrada en el blog y al sobre) la verdad es que era una sensación bastante agradable.
Trato de fijarme en las personas de alrededor, sobre todo en la gente del barrio, que por ser zona residencial sería un poco "la vida corriente"
Se ven pocos hombres, la mayoría supongo que estarán trabajando más cerca del centro. Tampoco se ven muchas mujeres, así que las que no estén también en alguna oficina estarán en casa. Cerca del mediodía si se ven más. Quizá algunas que vuelven de un trabajo de media jornada y compran algo de camino a casa, también se ven jóvenes, supongo que de los institutos cercanos, que vuelven a casa a comer. Es decir, que, visto desde fuera, no parece haber muchas diferencias entre la vida normal en Japón, y en España. Eso es algo que me llamó un poco la atención en China, quizá porque era la primera vez que salía tan al extranjero: la gente no se diferencia demasiado.
La vida normal en Madrid, en Beijing, en Hong Kong, en Tokyo... es bastante más parecida de lo que algunos podíamos haber pensado. Es lógico, ya que el mercado funciona igual, algunos precios suben, otros precios bajan, y (esto va por China) el sistema de gobierno no se nota tanto como algunos parecen creer (o parecen querer hacernos creer)
Quizá sea porque la gente quiere cosas parecidas en todo el mundo: trabajar, formar una familia, mejorar su nivel de vida...
No he viajado mucho, ya sabéis que esta es la segunda ocasión que he estado más de una semana fuera de España, pero con esto, y con las conversaciones con amigos que han viajado más (un italiano, un americano, una chica rumana, Alicia, varias amigas japonesas y también españoles) me da la impresión de que cuanto más viajas, más te ves reflejado en las personas de otros países.
A algunos les decepciona China porque esperan un país que parezca más "milenario", o más lleno de kungfu y monjes shaolín, o que vistan ropa extraña, pero llegan y se encuentran con que no se diferencia mucho de sus propios países. Tienen un pasado histórico distinto, como cada país, pero con los avances en tecnología no es ya que el mundo parezca haber encogido (por los tiempos de viajes, o la velocidad de las comunicaciones), sino que parece que se ha homogeneizado. Todo el mundo usa coches, todo el mundo usa ordenadores, todo el mundo ve la televisión... Los tiempos en los que un lugar, un par de países más allá, era un universo distinto, han terminado. Al menos en el primer mundo, que a fin de cuentas es donde casi todo el mundo va cuando se mueve de viaje. Todos conocemos gente que sale de España y ha ido a Nueva York, a Londres, a París, incluso a China y Japón, pero ¿cuántos conocemos que hayan ido al Congo, a Kenia, a la India? No sé si esos lugares serán tan distintos, de todos modos. Cuando miras a la gente, en todos sitios, en su vida normal, parece que buscan lo mismo. Cuidar de su familia, vivir mejor...
Puede que algunos vean una pérdida en esta homogeneización, pero quizá es simplemente el camino normal, y puede que sea más adecuado de lo que parezca. Después de todo, como defiende Dave Grossman en su, casi completamente científico libro "On Killing", el camino para conseguir que una persona (cuerda, sin enajenaciones temporales, etc) mate a otra, pasa por conseguir que no la vea como una persona. Si esta homogeneización nos lleva a que entendamos cada vez mejor que un español, como yo, es tan parecido a otro joven de mi edad de Japón, de China, de Corea - los lugares más alejados - si sirve para que cada vez sea más fácil ver que somos lo mismo, personas, y que queremos las mismas cosas, creo que servirá para que cada vez haya menos motivos para entrar en guerras y en luchas. Y lo mejor es que esos motivos no saldrán de leyes que regulen la vida de la gente, sino del propio sentido común. Si vale para eso, adelante con la homogeneización, con la globalización, con lo que haga falta. La historia nunca dejará de estar allí, y siempre tendrá que seguir enseñándose, pero creo que es mejor entender la historia como una explicación de cómo hemos llegado hasta este punto, y de pensar qué habrá en el futuro, en lugar de formar excusas para buscar venganzas y odios, como se hace demasiado a menudo en todo el mundo.
Un abrazo
martes, 29 de julio de 2008
Un fin de semana en Kansai
Los últimos días he estado en la zona de Kansai (donde están Kyoto, Osaka y Nara) visitando a unos amigos y conociendo a otros nuevos.
Como he estado por ahí desde el viernes hasta hoy, martes, esta entrada puede que sea un poco larga.
Como el jueves había descansado bien, el viernes me levanté sin problema y me cogí el shinkansen hasta Osaka. Lo primero que hice fue pasar por el hostal Toyo, donde había reservado una habitación. Esta foto va dedicada a los que pensábais que el apartamento de Tokyo era grande
Desde una esquina de la habitación
En Osaka, por la tarde, había quedado con Yuki-san, que me llevó a ver el Tenjin matsuri. Es un festival, de los más importantes de Osaka. Sacan una procesión con hombres, mujeres, trajes clásicos, música... la verdad es que me gustó más que la Semana Santa (claro que es un rollo distinto) Dura dos días, pero sólo vimos la parte del viernes, que es la más intensa, por otra parte. Como final del festival hay fuegos artificiales que se pueden ver desde el río, pero con la cantidad de gente que había casi no se veía. De todos modos estuvo bastante bien. Por algún motivo, la gente no se apelotona ni de lejos tanto como en España.
Aquí os dejo unas fotitos
Fijaos en los parasoles. No tienen nada que ver con España, pero ¿a que lo parece?
Esta es una muestra de la gente que iba a ver los fuegos artificiales. ¡Una de gente por todos lados!
Al día siguiente, Yuki-san me presentó a una amiga suya, Maya-san, que conoce bastante Kyoto, y los tres fuimos para allá. Lamentablemente, olvidé la cámara en el hotel, así que hasta que Yuki no pueda enviarme las fotos que tomamos con su cámara, no puedo poner nada.
Kyoto es bastante bonito, la zona clásica es lo que cualquiera espera después de haber visto tantas películas, pero como aún no tengo imágenes que enseñaros, esperaré un poco.
El domingo nos fuimos de nuevo los tres, esta vez de visita cultural por Osaka. Fuimos al museo de historia, donde tienen la reconstrucción a tamaño natural de unas calles de la Osaka antigua, además de varias maquetas de distintas épocas.
Calles de la antigua Osaka, dentro de un edificio
Después fuimos al planetario, donde a mi pesar no aguanté despierto toda la proyección (aunque no fui el único) y por último, paseando por Osaka, fuimos a la Tsutenkaku Tower, desde donde se pueden ver unas vistas impresionantes de Osaka (edificios por todos lados casi hasta donde llega la vista) y Billiken
Billiken
Tiene una historia rara para ser considerado un dios de la suerte, pero desde luego tiene cara de felicidad. Se supone que da suerte acariciar los pies de la figura de Tsutenkaku, y así los tiene ahora mismo de desgastados.
Por muy simpáticas que fueran Yuki-san y Maya-san, que lo son mucho, tenían que trabajar el lunes, como casi todos, así que por la mañana me acerqué a Nara porque no tenía nada que hacer hasta la tarde. Allí comprobé que lo que había leído de sus ciervos (que pasean libremente por el parque) era cierto, y llegué hasta el conjunto de edificios de Kôfuku-ji
Los ciervos se tumbaban en medio del camino del parque si había sombra. La verdad es que sí hacía calorcito
Ya lo pueden llamar parque, pero mirad estas fotos y a ver si no parece campo abierto
Una imagen de Kôfukuji y su pagado de cinco pisos
Como estaba algo somnoliento me limité a dar un paseo por ahí y reconocer el terreno antes de comer y volver a Osaka, donde había quedado con David y unas amigas suyas para ir a cenar. En la foto, en el sentido de las agujas del reloj, Megumi-san, Noriko-san, Junko-san, Sara, David y yo. Aún no me aclaro bien con cuándo usar -chan y -kun, así que si sueno demasiado formal, mis disculpas
Ya sé, está movida, pero ya os digo, todas las chicas muy guapas, todos los chicos muy guapos ;)
El martes por la mañana me fui a ver Nara. El día estuvo más fresco (también llovió un poco), pero se estaba a gusto.
Volví a maravillarme con el aspecto del parque - bosque, la verdad es que me encanta la sensación de vitalidad que tienen esos árboles, el musgo...
Fui a Katsuga Taisha, un santuario que se reconstruye cada 20 años, y la verdad es que es bonito, medio perdido entre los árboles... Muy bonito.
Después, seguí caminando hacia Tôdaiji, famoso por tener un buda de bronce enorme. Yo venía desde el norte, que estaba más alto, y tomé esta foto para que os vayáis haciendo una idea
¿Veis el tejado que asoma tras los árboles al fondo? Pues dentro de esa sala está el buda.
Tras una puerta más se encuentra la sala
La puerta
La sala del buda. Fijaos en el tamaño de las personas
Dentro de la sala está el buda, sentado en una flor de loto
Esta es una reproducción escala real de los pétalos de esa flor, mirad el tamaño comparado con las personas
Y ahora mirad los pétalos en la estatua
Es impresionante, en serio. Para que luego digan que el tamaño no importa...
En fin, para todos los que me ayudásteis a disfrutar tanto de Kansai: ¡muchas gracias! 気をつけて
Como he estado por ahí desde el viernes hasta hoy, martes, esta entrada puede que sea un poco larga.
Como el jueves había descansado bien, el viernes me levanté sin problema y me cogí el shinkansen hasta Osaka. Lo primero que hice fue pasar por el hostal Toyo, donde había reservado una habitación. Esta foto va dedicada a los que pensábais que el apartamento de Tokyo era grande
Desde una esquina de la habitación
En Osaka, por la tarde, había quedado con Yuki-san, que me llevó a ver el Tenjin matsuri. Es un festival, de los más importantes de Osaka. Sacan una procesión con hombres, mujeres, trajes clásicos, música... la verdad es que me gustó más que la Semana Santa (claro que es un rollo distinto) Dura dos días, pero sólo vimos la parte del viernes, que es la más intensa, por otra parte. Como final del festival hay fuegos artificiales que se pueden ver desde el río, pero con la cantidad de gente que había casi no se veía. De todos modos estuvo bastante bien. Por algún motivo, la gente no se apelotona ni de lejos tanto como en España.
Aquí os dejo unas fotitos
Fijaos en los parasoles. No tienen nada que ver con España, pero ¿a que lo parece?
Esta es una muestra de la gente que iba a ver los fuegos artificiales. ¡Una de gente por todos lados!
Al día siguiente, Yuki-san me presentó a una amiga suya, Maya-san, que conoce bastante Kyoto, y los tres fuimos para allá. Lamentablemente, olvidé la cámara en el hotel, así que hasta que Yuki no pueda enviarme las fotos que tomamos con su cámara, no puedo poner nada.
Kyoto es bastante bonito, la zona clásica es lo que cualquiera espera después de haber visto tantas películas, pero como aún no tengo imágenes que enseñaros, esperaré un poco.
El domingo nos fuimos de nuevo los tres, esta vez de visita cultural por Osaka. Fuimos al museo de historia, donde tienen la reconstrucción a tamaño natural de unas calles de la Osaka antigua, además de varias maquetas de distintas épocas.
Calles de la antigua Osaka, dentro de un edificio
Después fuimos al planetario, donde a mi pesar no aguanté despierto toda la proyección (aunque no fui el único) y por último, paseando por Osaka, fuimos a la Tsutenkaku Tower, desde donde se pueden ver unas vistas impresionantes de Osaka (edificios por todos lados casi hasta donde llega la vista) y Billiken
Billiken
Tiene una historia rara para ser considerado un dios de la suerte, pero desde luego tiene cara de felicidad. Se supone que da suerte acariciar los pies de la figura de Tsutenkaku, y así los tiene ahora mismo de desgastados.
Por muy simpáticas que fueran Yuki-san y Maya-san, que lo son mucho, tenían que trabajar el lunes, como casi todos, así que por la mañana me acerqué a Nara porque no tenía nada que hacer hasta la tarde. Allí comprobé que lo que había leído de sus ciervos (que pasean libremente por el parque) era cierto, y llegué hasta el conjunto de edificios de Kôfuku-ji
Los ciervos se tumbaban en medio del camino del parque si había sombra. La verdad es que sí hacía calorcito
Ya lo pueden llamar parque, pero mirad estas fotos y a ver si no parece campo abierto
Una imagen de Kôfukuji y su pagado de cinco pisos
Como estaba algo somnoliento me limité a dar un paseo por ahí y reconocer el terreno antes de comer y volver a Osaka, donde había quedado con David y unas amigas suyas para ir a cenar. En la foto, en el sentido de las agujas del reloj, Megumi-san, Noriko-san, Junko-san, Sara, David y yo. Aún no me aclaro bien con cuándo usar -chan y -kun, así que si sueno demasiado formal, mis disculpas
Ya sé, está movida, pero ya os digo, todas las chicas muy guapas, todos los chicos muy guapos ;)
El martes por la mañana me fui a ver Nara. El día estuvo más fresco (también llovió un poco), pero se estaba a gusto.
Volví a maravillarme con el aspecto del parque - bosque, la verdad es que me encanta la sensación de vitalidad que tienen esos árboles, el musgo...
Fui a Katsuga Taisha, un santuario que se reconstruye cada 20 años, y la verdad es que es bonito, medio perdido entre los árboles... Muy bonito.
Después, seguí caminando hacia Tôdaiji, famoso por tener un buda de bronce enorme. Yo venía desde el norte, que estaba más alto, y tomé esta foto para que os vayáis haciendo una idea
¿Veis el tejado que asoma tras los árboles al fondo? Pues dentro de esa sala está el buda.
Tras una puerta más se encuentra la sala
La puerta
La sala del buda. Fijaos en el tamaño de las personas
Dentro de la sala está el buda, sentado en una flor de loto
Esta es una reproducción escala real de los pétalos de esa flor, mirad el tamaño comparado con las personas
Y ahora mirad los pétalos en la estatua
Es impresionante, en serio. Para que luego digan que el tamaño no importa...
En fin, para todos los que me ayudásteis a disfrutar tanto de Kansai: ¡muchas gracias! 気をつけて
jueves, 24 de julio de 2008
Viaje a Japón (En casita)
Mañana voy a ir a Osaka y voy a estar allí varios días, con lo que lo más probable es que ni me conecte hasta la vuelta. El plan es ver Osaka, Kyoto y Nara, pero sobre todo, a una amiga, Yuki, y a un amigo, David
Con eso, he aprovechado hoy para hacer algo de limpieza en el apartamento, una lavadora y tomarme un día de relax y dormir (que he dormido ampliamente, os lo aseguro) y, ya que estaba, he hecho un par de fotos de dónde vivo.
Esta es la estación y una de las calles adyacentes. En esta parte hay muchas tiendas (varias de ellas de comida) y algún restaurante. Como este es un barrio residencial, me imagino que muchos, cuando vienen del trabajo, pasan a coger algo para la cena antes de ir a casa. Lo cierto es que en los últimos días, mi cena (y hoy también mi comida) me la ha proporcionado el 7eleven, que además te calienta los platos en el microondas si quieres.
Por atiborrada y colorida que pueda parecer, es sólo en las cercanías de la estación. Como he dicho, es un barrio residencial y se nota. Por esta calle, por ejemplo, se va hacia el apartamento donde vivo (perteneciente a Sakura House)
Hay un solar por aquí, no muy grande pero que está bien para una casita unifamiliar de dos plantas como las que hay por aquí. El solar cuesta 110000 yenes (unos 650 euros). Me pregunto cuánto costará construir la casita...
El edificio donde estoy tendrá doce apartamentos como el mío (en dos plantas), y yo diría que si no cabe en el solar ese, por poco.
Y aquí unas fotos que resumen con bastante fidelidad dónde duermo.
Creo que es fácil hacerse una idea del tamaño. No es grande, pero entre que la lavadora está a la puerta, por el lado de la calle, y que dentro casi no hay muebles, se hace bastante espacioso.
Por supuesto, no es un sitio donde vivir una vida, pero para un periodo corto de unos meses, un año, creo que está bien.
Bueno, lo dicho. En unos días (hasta el martes o así) no actualizaré, así que la que me espera de escribir y cargar fotos al volver es pequeña.
Con eso, he aprovechado hoy para hacer algo de limpieza en el apartamento, una lavadora y tomarme un día de relax y dormir (que he dormido ampliamente, os lo aseguro) y, ya que estaba, he hecho un par de fotos de dónde vivo.
Esta es la estación y una de las calles adyacentes. En esta parte hay muchas tiendas (varias de ellas de comida) y algún restaurante. Como este es un barrio residencial, me imagino que muchos, cuando vienen del trabajo, pasan a coger algo para la cena antes de ir a casa. Lo cierto es que en los últimos días, mi cena (y hoy también mi comida) me la ha proporcionado el 7eleven, que además te calienta los platos en el microondas si quieres.
Por atiborrada y colorida que pueda parecer, es sólo en las cercanías de la estación. Como he dicho, es un barrio residencial y se nota. Por esta calle, por ejemplo, se va hacia el apartamento donde vivo (perteneciente a Sakura House)
Hay un solar por aquí, no muy grande pero que está bien para una casita unifamiliar de dos plantas como las que hay por aquí. El solar cuesta 110000 yenes (unos 650 euros). Me pregunto cuánto costará construir la casita...
El edificio donde estoy tendrá doce apartamentos como el mío (en dos plantas), y yo diría que si no cabe en el solar ese, por poco.
Y aquí unas fotos que resumen con bastante fidelidad dónde duermo.
Creo que es fácil hacerse una idea del tamaño. No es grande, pero entre que la lavadora está a la puerta, por el lado de la calle, y que dentro casi no hay muebles, se hace bastante espacioso.
Por supuesto, no es un sitio donde vivir una vida, pero para un periodo corto de unos meses, un año, creo que está bien.
Bueno, lo dicho. En unos días (hasta el martes o así) no actualizaré, así que la que me espera de escribir y cargar fotos al volver es pequeña.
miércoles, 23 de julio de 2008
Viaje a Japón (Nikko, otra vez)
Como la vez anterior no fui a la zona de los templos (la verdad es que el tiempo no acompañaba demasiado), hoy he vuelto a Nikko. En la zona de los templos están las tumbas de Tokugawa Ieyasu y su nieto, Tokugawa Iemitsu. Ieyasu fue el primer Shogun del shogunato Tokugawa, el anterior a Meiji, considerado el hombre que unificó Japón.
Los templos de esta zona tienen inspiración china, lo que se nota principalmente en la decoración, muy abundante, y también en algunas cosas del estilo. La verdad es que, mientras paseaba por aquí, no podía evitar recordar las visitas que hicimos en China a la Ciudad Prohibida, el Templo del Cielo, etc.
Al acercarse a la entrada, podemos ver una pagoda de cinco plantas. Esta pagoda no tiene cimientos, pero en su interior hay un mástil en plan péndulo que le permite mantenerse en pie cuando hay terremotos.
Nada más entrar por la decorada puerta de Tôshô gû (el templo budista, en el que está enterrado Tokugawa Ieyasu), vemos que, al igual que otros ejemplos tanto chinos como japoneses, no es un único edificio sino un conjunto de ellos.
En uno de los primeros, un establo donde vive un caballo albino, aparece el relieve de los tres monos sabios famosos, los de no ver, no oír, no hablar. Hay una interpretación que dice que se refiere a maldades (no ver maldades, no oír maldades, no decir maldades), pero también hay otros que dicen que en realidad son manifestaciones de miedo.
En este templo hay una talla famosa de un gato durmiendo
La tumba de Ieyasu está en lo alto de unas escaleras, que tienen su gracia, como podéis ver en la foto.
Allí vemos un par de leones, parecidos a los chinos. Sin embargo, los leones chinos están jugando, el macho con una pelota y la hembra con un cachorro, mientras que éstos sólo vigilan.
Edificios de la tumba
En la siguiente foto, la grulla está de pie sobre una tortuga. En China también vimos cosas parecidas, que eran pebeteros de incienso, para purificar el ambiente.
Como podéis ver, el entorno de estos templos es impresionante. Estos árboles pueden llevar ahí generaciones, y ahí seguirán, indiferentes a los humanos... Da un poco que pensar, ¿no?
Como ya dije, la tumba de Tokugawa Iemitsu estaba cerca. Iemitsu, nieto de Ieyasu, fue el tercer Shogun Tokugawa y el hombre que inició el aislamiento de Japón respecto al resto del mundo. Ya de paso, prohibió el cristianismo. Personalmente pienso que tuvo que ver con las enseñanzas de los jesuitas, de sólo a Dios (olvidaos de los ancestros, del shintoísmo, del budismo, del emperador...) y de obediencia al Papa (socavando más aún la autoridad del emperador)
El caso es que por un motivo u otro, cerró Japón a la influencia extranjera.
Como vemos en estas fotos, su tumba, aunque menos recargada que la de su abuelo, también tiene inspiraciones chinas y un paisaje magnífico.
Los que me conocéis sabéis que soy aficionado a las artes marciales, espadas y demás. En Taiyûin, donde está la tumba de Iemitsu, encontré esta hoja, digo yo que de nodaichi. Realmente es impresionante, porque mide al menos un palmo más que yo. No es que yo sea muy alto, pero imaginarme a un japonés de principios del XVII manejando una espada como esta, de unos dos metros de largo, me impresiona.
Para acabar la visita a Nikko, como ya eran las tres de la tarde, hice otra visita a Hippari Dako, donde comí la vez anterior. De nuevo, recomiendo a todos el sitio. Además, me reconocieron y me invitaron a sandía, que la verdad es que con el calor que hacía, se agradece. Muy amables, la verdad.
En fin, un abrazo.
Los templos de esta zona tienen inspiración china, lo que se nota principalmente en la decoración, muy abundante, y también en algunas cosas del estilo. La verdad es que, mientras paseaba por aquí, no podía evitar recordar las visitas que hicimos en China a la Ciudad Prohibida, el Templo del Cielo, etc.
Al acercarse a la entrada, podemos ver una pagoda de cinco plantas. Esta pagoda no tiene cimientos, pero en su interior hay un mástil en plan péndulo que le permite mantenerse en pie cuando hay terremotos.
Nada más entrar por la decorada puerta de Tôshô gû (el templo budista, en el que está enterrado Tokugawa Ieyasu), vemos que, al igual que otros ejemplos tanto chinos como japoneses, no es un único edificio sino un conjunto de ellos.
En uno de los primeros, un establo donde vive un caballo albino, aparece el relieve de los tres monos sabios famosos, los de no ver, no oír, no hablar. Hay una interpretación que dice que se refiere a maldades (no ver maldades, no oír maldades, no decir maldades), pero también hay otros que dicen que en realidad son manifestaciones de miedo.
En este templo hay una talla famosa de un gato durmiendo
La tumba de Ieyasu está en lo alto de unas escaleras, que tienen su gracia, como podéis ver en la foto.
Allí vemos un par de leones, parecidos a los chinos. Sin embargo, los leones chinos están jugando, el macho con una pelota y la hembra con un cachorro, mientras que éstos sólo vigilan.
Edificios de la tumba
En la siguiente foto, la grulla está de pie sobre una tortuga. En China también vimos cosas parecidas, que eran pebeteros de incienso, para purificar el ambiente.
Como podéis ver, el entorno de estos templos es impresionante. Estos árboles pueden llevar ahí generaciones, y ahí seguirán, indiferentes a los humanos... Da un poco que pensar, ¿no?
Como ya dije, la tumba de Tokugawa Iemitsu estaba cerca. Iemitsu, nieto de Ieyasu, fue el tercer Shogun Tokugawa y el hombre que inició el aislamiento de Japón respecto al resto del mundo. Ya de paso, prohibió el cristianismo. Personalmente pienso que tuvo que ver con las enseñanzas de los jesuitas, de sólo a Dios (olvidaos de los ancestros, del shintoísmo, del budismo, del emperador...) y de obediencia al Papa (socavando más aún la autoridad del emperador)
El caso es que por un motivo u otro, cerró Japón a la influencia extranjera.
Como vemos en estas fotos, su tumba, aunque menos recargada que la de su abuelo, también tiene inspiraciones chinas y un paisaje magnífico.
Los que me conocéis sabéis que soy aficionado a las artes marciales, espadas y demás. En Taiyûin, donde está la tumba de Iemitsu, encontré esta hoja, digo yo que de nodaichi. Realmente es impresionante, porque mide al menos un palmo más que yo. No es que yo sea muy alto, pero imaginarme a un japonés de principios del XVII manejando una espada como esta, de unos dos metros de largo, me impresiona.
Para acabar la visita a Nikko, como ya eran las tres de la tarde, hice otra visita a Hippari Dako, donde comí la vez anterior. De nuevo, recomiendo a todos el sitio. Además, me reconocieron y me invitaron a sandía, que la verdad es que con el calor que hacía, se agradece. Muy amables, la verdad.
En fin, un abrazo.
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