domingo, 9 de septiembre de 2007

Remordimientos

Es normal mirar al pasado, todo el mundo lo hace. Incluso puede ser bueno. Sin embargo, los remordimientos...

El remordimiento es el lamentar haber realizado una mala acción, haber tomado una mala decisión, etc. El remordimiento no tiene utilidad. Es la seducción de autoculparse, de buscar motivos para dejar de confiar en uno mismo, para creerse más débil de lo que eres. ¿Por qué alguien querría creerse más débil de lo que es? De las personas fuertes se espera que se enfrenten y venzan a los problemas, y si no lo hacen reciben desprecios, malas miradas, etc. Pero los débiles pueden escudarse en su debilidad. El propio pensamiento de "pero si ni siquiera fui capaz de hacer aquello ¿cómo alguien podría esperar que hiciera esto?", ese, es el que nos debilita. Nos acostumbra a la idea de ceder al desánimo, de no luchar contra nuestras dificultades.

Estoy de acuerdo en que luchar contra las dificultades sólo por ellas no siempre es sano. Imagino una persona con algo de vértigo o algo de miedo a las alturas, que empieza a escalar y que sigue escalando en gran medida para vencer ese miedo. Me parece adecuado. Pero no me lo parecería si tuviera un vértigo pronunciado o una fobia importante, porque estaría exagerando y poniéndose en peligro de forma innecesaria. Es sólo paso a paso como se avanza. Si tropiezas cuando caminas puedes rasparte las rodillas y las manos, pero difícilmente vas a romperte un hueso. Si tropiezas cuando corres a toda velocidad... Seguro que sabes a qué me refiero. Descubres las cosas que no te gustan en ti mismo y piensas si puedes aceptar que sigan ahí, o estás dispuesto a trabajar para quitarlas. Y si quieres quitarlas, poco a poco, un escalón por vez.

Creo que es bueno luchar contra las dificultades, pero para ello debes tener confianza en superarlas. Si piensas "no voy a dejarme desanimar por esto" probablemente es que ya sientes el desánimo. No digo que sea un fallo, digo que puede servir como señal de alarma, reconocer que ya te está afectando negativamente y no ignorar ese hecho ni fingir que no existe, sino luchar contra él. Combatir ese desánimo a base de crear confianza y poder pensar "¿Ves? No había tantos motivos para desesperarse" Y crear confianza suena fácil, pero es más complicado hacerlo. Al principio es atreverse con las cosas con las que casi no te atrevías, las que te ponían lo bastante nervioso como para no hacerlas pero no lo bastante como para no atreverte con un esfuerzo. Y empiezas a tomar esos pasos y a ver lo que pasa, y a analizarlo con frialdad. A veces fallarás porque estabas equivocado en la acción, en el modo de llevarla a cabo o en lo que sea, pues analiza ese fallo, busca qué cosas lo han hecho inadecuado, y corrígelas para la siguiente vez. De ese modo puedes ir construyendo confianza. Es lento y difícil, pero muchas situaciones que encuentres en la vida serán lentas y difíciles. Si fuera fácil ya lo habrías hecho.

El problema es que la confianza puedes perderla, y a eso contribuyen los remordimientos. Los remordimientos acaban ahogándote si les dejas, así que no puedes dejarles. Considera la causa del remordimiento. Esa mala acción, esa mala decisión. Cuando lo hiciste ¿realmente sabías que estaba mal? ¿O te enteraste después? Muchas veces se oye decir "Si lo hubiera sabido, no lo habría hecho" Una acción de la que puedas honestamente pensar eso, es una acción que no merece remordimiento. Las acciones que pueden merecer remordimiento son las que tomas sabiendo que tienes una opción mejor. Y en esos casos el remordimiento sólo debes usarlo para enseñarte a ti mismo que la próxima vez debes hacer lo que creas que es mejor. Si escoges otra cosa, que sea por algo, aunque sea una razón emocional de "no me atrevo". Si no te atreves, entonces no eres capaz. Conviértete en capaz o aprende a vivir con tu incapacidad. Esas son las opciones que tienes.

En conclusión, el remordimiento es un lastre. Acepta los errores que cometes, pero no te tortures por ellos ni dejes que se conviertan en un fardo que te enlentezca: aprende de ellos y sigue adelante. Eso es aprender. Eso es la vida.

2 comentarios:

Grimaldi dijo...

He leído tu entrada y me ha encantado, el como lo has plasmado, y sobre todo porque estoy de acuerdo en la mayoría de cosas que expones.

Anónimo dijo...

jummm,,,
felicitaciones,
GRan analista con mente clara;utilizas buena ortografía y vocabulario.
Y ya entiendo el fin y "poder" del remordimiento.