jueves, 22 de mayo de 2014

Fe

En los últimos meses he ido volviéndome cada vez más arisco hacia la religión en general, la cristiana y católica - que están más cercanas - en particular.

Mi principal problema con el tema es que toda fe se basa en creer sin - o a pesar de - las pruebas. Una frase que repiten muchos creyentes y predicadores en el cristianismo está en la línea de "los caminos de dios son misteriosos". Es decir, que cuando sientes que la realidad contradice tus creencias, en lugar de replantearte esas creencias, aprender y evolucionar, lo que debes hacer es caso omiso. Otra forma de expresar este problema es que toda fe es una traba al aprendizaje.

El aprendizaje es precisamente la base de nuestra existencia como especie. Lo único que nos hace tener un cierto dominio sobre los recursos naturales que otras especies también necesitan es precisamente que nuestra capacidad mental y emocional viene dada por instintos en una proporción bajísima comparada con la de otras especies. ¿Qué es lo que hace que eso sea bueno para nuestra supervivencia? Que las condiciones en las que vivimos son igualmente cambiantes. Nuestra adaptabilidad mental permite que nos adaptemos en días, semanas o meses a distintas necesidades y distintas disposiciones de recursos naturales - dentro de nuestros límites físicos, claro, pero otros animales están limitados tanto por físico como por capacidad de aprendizaje. Nuestra adaptabilidad emocional permite que sigamos viviendo en distintas situaciones sociales: - lugares densamente o ligeramente poblados, conflicto o no, etc. Y donde pone "adaptabilidad" significa "capacidad de aprendizaje". La fe, cualquier fe, se opone a adaptarse al cambio. La fe, en la vida de una persona, no es más que una rémora para él y quienes dependen de él.

Ya oigo a algunos decir "¡Pero la fe sí que cambia! Mira el cristianismo, que antes condonaba la esclavitud y ahora se opone..." Primero, si realmente fuera se opusiera, quitarían las partes de la biblia que justifican la esclavitud - hay varias a la esclavitud en particular en Éxodo y Levítico, y a la servidumbre en general en Efesios, Colosenses, Timoteo, Tito y Pedro -, y segundo, la dirección de las distintas sectas cristianas se ha adaptado al cambio moral - emocional - de los lugares donde tenía influencia, y no al revés. Si quisiera ser suspicaz, además, diría que la adaptación de esa dirección obedecía sobre todo a mantener la influencia política conseguida gracias a la cantidad de creyentes.
Por otro lado, "corregir" la biblia significaría poner en tela de juicio toda ella, por la justificación de su "verdad". Esto es, la biblia es "verdad" porque quienes la escribieron y compusieron estaban "inspirados" por dios. Corregirla más allá de adaptar la traducción - y también hay casos, como los relativos al supuesto nacimiento de Jesús - implica aceptar que algunos de ellos no estaban inspirados, y eso permitiría albergar dudas sobre otros muchos pasajes. Por ejemplo, los que justifican a la dirección del vaticano - en cuanto que herederos de Pedro - como mandatarios del catolicismo.
Es decir, adaptar la biblia pone en peligro un negocio monumental.

Pero volvamos a la fe en general y el problema que representa. Cada fe supone un obstáculo en la vida de todos sus creyentes, en la medida en que sigan sus preceptos. Toda fe cae en uno de dos grupos. O bien es una fe estrictamente personal, que sólo afecta a tu propia vida y de la que tú mismo dictas las normas, o bien es una fe que afecta a más vidas y cuyas normas se heredan, de forma histórica, de mandatarios o "autoridades"
En el primer caso, si adaptas tus creencias cuando entran en conflicto con tu experiencia, en realidad no se trata de una fe, ya que no hay una "verdad" guía, sino un nivel determinado de conocimiento. Si no las adaptas, sí tienes una fe que limita tu potencial por tu propia voluntad. Tu potencial para decidir y adaptarte. Si crees que no encontrarás ocasión en la que tus creencias choquen entre sí es que tienes muy pocas reglas o muy poca imaginación. Hay toda clase de preguntas incómodas para quienes defienden que tienen su propia fe personal. Por ejemplo: por definición, fe es confianza en una verdad. Si sabes que es la verdad, ¿por qué no compartirla? Si alguien te pidiera que le enseñaras, ¿por qué te negarías? Negarte implica que quieres mantener a esa persona en la ignorancia, por dañino que eso pueda ser para su alma o su vida. Si se la enseñas, deja de ser tu fe personal para convertirse en la fe de tus seguidores. ¿Te haces responsables de ellos o no? Es decir, ¿tienes suficiente confianza en esa "verdad" como para responsabilizarte de quienes quieran vivir de acuerdo con ella? Una fe personal limita su crecimiento a la experiencia que tú tengas. ¿Qué pasará cuando tus creencias entren en conflicto con la experiencia de tus seguidores?
En el segundo caso, la existencia de una "autoridad" que no tiene necesidad de justificarse para que tú obedezcas significa que aceptas no sólo tu ignorancia sino tu incapacidad de aprender. Sentir orgullo de una fe semejante es sentir orgullo de la propia ignorancia.

Otro problema de la fe es que permite justificar actos ante otros que atentan contra su moralidad - o la propia moralidad del creyente. "No matarás". A menos que mates a un no-creyente, a un creyente en otra fe distinta o en otra secta distinta de la misma fe, como quedó demostrado por ejemplo en las cruzadas y luchas entre católicos y protestantes de distintas ramas. Guerras alentadas por el Vaticano, por cierto.
Un creyente que realmente crea que matar está mal puede justificar matar a alguien porque "es voluntad de dios". Un creyente en cualquier fe puede justificar cualquier acto en contra de la moralidad de otro grupo de personas basándose en sus propias creencias, y defendiéndolas como "libertad religiosa".Es fácil usar la biblia para justificar discriminar a mujeres y a homosexuales, por ejemplo. Así, la fe sirve para justificar la propia (in)moralidad ante otros que no la compartan.

Relacionado con la auto-justificación, quería llamar la atención sobre la hipocresía presente en al menos algunos creyentes de cada fe. Quienes se presentan creyentes suelen hablar como si la hipocresía fuera lo que hacen otras personas. Poniendo de nuevo como ejemplo a los cristianos en general - son muy fáciles y les conozco mejor - ¿Cuántos no comen cerdo? Algunos dirán que eso es de judíos, pero en el nuevo testamento Jesús dice que no ha venido para cambiar la antigua ley, lo que implica que hay que seguir respetándola. Es decir, no es un "lo anterior no vale, vamos a cambiarlo" (¿recordamos el problema de corregir una fe?) sino un "sigamos construyendo sobre lo antiguo", así que comer cerdo sigue siendo tabú.
Es decir, los cristianos que comen cerdo escogen las partes que les interesan de su pretendida fe. Los que quieran sentir orgullo de su fe y se permitan escoger las partes de la "verdad" que quieren creer y las que no, son hipócritas y cobardes. Cuando dejen de serlo, dejarán de decir "yo hago esto y aquello porque dios dice que es bueno" y empezarán a decir "yo hago esto y aquello porque creo que es bueno". Es decir, empezarán a hacerse responsables de sus actos. Empezarán a actuar como adultos.

Por otro lado, una fe particular es sobre todo cuestión de costumbre. Los únicos que se salen de esa norma son quienes se criaron en una fe distinta a la que profesan, y si son una minoría mayoría, precisamente es porque es un elemento educacional. ¿Por qué esto es, en mi opinión, un problema? Porque significa que todas las características negativas de un creyente se deben en general a la educación recibida cuando era intelectualmente inmaduro, y enseñar a un niño a evitar su propia responsabilidad y sentir orgullo de su ignorancia debería considerarse abuso infantil.

¿Qué pasa con lo bueno? Nada. No hay ninguna fe que no exista sin ella. ¿Moral? Por favor. No sólo la fe retrasa la evolución moral por su adhesión a nociones obsoletas, sino que los valores morales de cada fe son anteriores a la propia fe. ¿Consuelo? La mayor parte del consuelo que provee la fe es precisamente a través de la línea "los caminos de dios son misteriosos", o de la forma que adquiera en cada religión. Es como cuando un niño dice que le duele cuando se toca el codo y su madre le dice que, entonces, no se lo toque. El pretendido consuelo no es distinto que decir "no pienses en ello, deja que pase solo". Es decir, que tampoco se necesita una fe para ello.
Por favor, que alguien me indique alguna otra parte buena de alguna religión que no pueda obtenerse sin ella.

En resumen: la fe de cada creyente es un lastre para su desarrollo y para la vida de los demás, en la medida en que actúa por ella.

No hay comentarios: