Parece que últimamente ha habido varias situaciones de "sí, pero" en mi vida.
- Mi exnovia, que después de cuatro años me conocía, y "sí, pero..." ...no.
- La beca del ICEX, buscada para Tokyo, y "sí, pero..." ...en Seúl
- Una chica con la que todo parecía ir bien y "sí, pero..." ...pasa de mí
- Volver a España, que parecía que a pesar de la crisis la informática se seguía moviendo y "sí, pero..." ...más lento que las últimas veces (un mes para encontrar trabajo)
- Una oportunidad de trabajar en Japón y "sí, pero..." fuera de la informática (en la educación) y cuando ya tengo trabajo.
Y es de esta de la que quiero hablar hoy:
Parece que es una buena oportunidad, contrato de tres años (con posibilidad de continuarlo), con más sueldo que en mi trabajo actual, con retenciones menores (los impuestos en Japón son menores y hay acuerdos con España para evitar la doble imposición), trabajando en Japón, que ya sabéis que me gusta el país...
Pero está fuera del campo al que he dedicado mis años de formación, y no es que me haya equivocado. Me gusta programar, me gusta el desarrollo de software. Y es un campo en el que la experiencia pesa mucho sobre el tipo de trabajo que haces (más interesante cuanta más experiencia), las responsabilidades, la visión global de los proyectos y, por supuesto, la pasta.
Y así, aquí estoy de nuevo. Al lado de otro "sí, pero". En los demás decidí con la cabeza y con el corazón, con ambos. Tuve mis dudas en casi todos esos "sí, pero" igual que las tengo ahora, preguntándome si ir o no.
Si voy, cambio mi formación por tres años en Japón, cambio el camino de mi futuro profesional, de informática, a enseñanza.
Si me quedo, quizá esté dejando de lado la única oportunidad real de vivir en Japón, porque, con mucha probabilidad, después de tres años allí, querría seguir allí. Quién sabe si no estaría ya casado incluso.
Mi mejor amiga me dijo que hiciera lo que me dijera el corazón. Mi mejor amigo probablemente diría que escuchara mi instinto. Mi padre, que lo pensara bien.
- Mi corazón me dice que sería emocionante estar en Japón, pero también tiene miedo de equivocarse de nuevo, como se equivocó en los otros "sí, pero".
- Mi instinto me dice que sea cauteloso, y que no siga saltando pensando que todos los prados son más verdes salvo en el que estoy, pero también que puedo enseñar español y que puedo vivir a gusto en Japón.
- Mi mente me dice que aquí tengo un trabajo cogido, de lo mío, aunque la estabilidad sea la que puede permitirse quien me contrate, en este caso Deutsche Bank (no la estabilidad del banco, que él va a seguir, sino la que el banco quiera darme) y también me dice que aquí hay crisis, que el yen está más fuerte que antes con respecto al euro, y que el contrato me asegura estabilidad de tres años como mínimo.
Así que tengo mis tres elementos de decisión diciéndome que "puede que sí, puede que no"
¿Qué pasará finalmente? ¿Apostaré por viajar de nuevo a Japón, esta vez con vistas a quedarme? ¿Apostaré a mi formación y trataré de conseguir los medios para ir como informático (esto es, inglés y japonés)?
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